China es el gigante económico del presente y del futuro pero parece haberse olvidado de su pasado, sus abuelos.
Por eso, una nueva normativa que entró en vigencia este lunes pretende que la actual generación se preocupe más por su creciente población de adultos mayores.
Se trata de una enmienda a la Ley de Protección de los Derechos y los Intereses de los Ancianos, que ahora exige a los hijos adultos visitar a sus padres ancianos, de lo contrario, se exponen a ser demandados y multados o, inclusive, recibir penas de cárcel.
"Esta es una situación muy triste", explicó a BBC Mundo Yuwen Wu, editora de BBC China.
Según Wu, la nueva legislatura es un triste reflejo de una sociedad que no está brindando el cuidado necesario a sus adultos mayores.
La ley de la controversia
En diciembre de 2012, el gobierno de China aprobó una enmienda a la ley que entró en vigencia este lunes y que estipula que los hijos adultos deben velar por las "necesidades espirituales" y "nunca descuidar o desairar a las personas mayores".
"Aquellos que vivan lejos de sus padres deben ir a su hogar a visitarlos con frecuencia", dice la enmienda.
Sin embargo, la ley está generando una gran controversia ya contiene muchas vaguedades, entre ellas qué significa visitar a los padres "con frecuencia".
"La frase ‘con frecuencia’, ¿significa una vez a la semana, una vez al mes o una vez al año?", comentó Wu a BBC Mundo.
Wu añadió que la ley tampoco detalla si cuentan las llamadas telefónicas o si se pueden usar programas informáticos como Skype.
La creciente proporción de personas de edad avanzada en China se atribuye, en parte, a una política adoptada hace tres décadas, que estipuló que las familiias chinas debían tener sólo un hijo por pareja.
Mensaje educativo
El abogado Zhang Yan Feng, de la firma Beijing’s King Law, dijo a la BBC que la enmienda a la ley servirá como un "mensaje educativo" para la población china.
"Esta ley es difícil de poner en práctica, pero no es imposible", explicó Zhang.
"Si un caso llega a los tribunales creo que probablemente terminará en un acuerdo pacífico. Pero si no se llega a un acuerdo, hablando técnicamente, la corte puede forzar a la persona a visitar la casa de sus padres un cierto número de veces al mes", añadió.
"Si la persona desobedece la orden judicial podría entonces ser multada o detenida".
Sin embargo, pocos en China parecen temer que terminarán tras las rejas por no visitar a sus padres ancianos.
Presiones de la modernidad
Desde su lanzamiento, la enmienda ha sido ridiculizada por miles de usuarios a través de las redes sociales de internet.
"¿Quién no quiere visitar su casa con frecuencia? ¿Quién va a supervisar el proceso?", protestó un usuario en weibo, la versión china de Twitter.
"Todos queremos cuidar a nuestros padres ancianos pero a veces estamos muy ocupados en tratar de sobrevivir y la presión es mucha", añadió otro usuario.
Una de las preguntas que están surgiendo es cómo tener tiempo para visitar a los padres cuando los hijos vivan en ciudades muy distantes.
En este caso el problema tiene otras implicaciones ya que los hijos tendrían que pedir permiso en sus trabajos para poder ausentarse y viajar.
De acuerdo con las estadísticas oficiales, en el 2010 en China había más de 178 millones de personas mayores de 60 años.
Se estima que para el año 2030 esa cifra se duplicará. Esta es una de las paradojas que enfrenta actualmente la sociedad china: por un lado entra paulatinamente en el ritmo del sistema de producción occidental y, por otro, debe enfrentar los problemas que enfrentan sus sectores más vulnerables.