BBC MUNDO
Funcionan reentrenando las conductas, los patrones de pensamiento y las respuestas.
A diferencia de las terapias tradicionales o el psicoanálisis, la terapia cognitivo-conductual no explora los orígenes de los problemas sino que se concentra en el presente, e intenta remplazar los patrones de pensamientos dañinos del paciente por otros más constructivos.
La gente que sufre de ansiedad, depresión o desórdenes alimenticios aprende nuevas herramientas para lidiar con el estrés o con situaciones que encuentran particularmente difíciles.
Esto puede incluir darse instrucciones a uno mismo usando imágenes, practicar la relajación o infundirse ánimo, así como el empleo de técnicas específicas para superar las fobias o para manejarnos con más soltura en situaciones que nos resultan incómodas.
La terapia cognitivo-conductual puede ser más rápida que otra clase de tratamientos, quizás porque está basada en un entrenamiento práctico para adquirir herramientas útiles para la supervivencia.
Sábado 1/3/2014