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Cómo mudar una ciudad de 20.000 habitantes

Domingo, 09 de marzo de 2014 a las 07:30 pm
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BBC Mundo

En las próximas semanas comenzará en Suecia una mudanza inusual: la de una ciudad que deberá trasladarse 3 kilómetros hacia el este. Durante los siguientes 20 años, 20.000 personas se mudarán a nuevos hogares construidos alrededor de un nuevo centro urbano. La razón: una mina se está tragando gradualmente a su comunidad.

Es una tarea enorme y sumamente complicada.

"Cuando la gente escucha que estamos diseñando, creando y construyendo desde cero una nueva ciudad, piensan que estamos llevando a cabo un experimento utópico", dice el arquitecto Mikael Stenqvist.

Pero hay muchas cosas en juego para pensar que se trata de un experimento, agrega.
"Si este proyecto sale mal está en riesgo la supervivencia de Kiruna, sus habitantes y su economía. Esto nos preocupa mucho más que en cualquier otro proyecto en el que hemos trabajado".

Evacuación

En los próximos 20 años se construirán más de 3.000 edificios de departamentos y casas, varios hoteles, y se evacuarán 0,2 millones de metros cuadrados de espacio para oficinas, colegios y hospitales mientras se construyen alternativas en el nuevo sitio.

"Queremos mantener todo el carácter que sea posible de la antigua ciudad, pero el costo y la mecánica de mercado significan que no podemos trasladar todo", afirma Stenqvist.
El proyecto fue determinado por la mina de hierro local, uno de los depósitos del mineral más valiosos en Suecia y el mayor empleador de Kiruna.

La historia comenzó en 2004, cuando la compañía propietaria estatal, Luossavaara-Kiirunavaara AB (LKAB) envió una carta al gobierno local explicando que era necesaria una excavación más profunda en una colina cerca de la ciudad que podría causar que el suelo debajo de miles de apartamentos y edificios públicos se agrietara o desplomara.


Una década después, tal como lo pronosticaron, aparecieron enormes fisuras en toda la ciudad y formándose hacia el centro.

"Todos los que viven en Kiruna sabían que la ciudad sería eventualmente reubicada, todos pueden ver las minas devorando a la ciudad", dice Viktoria Walldin, una de los antropólogos sociales contratados para trabajar en el traslado. "La pregunta siempre ha sido cuándo".

Los habitantes de Kiruna habían estado viviendo en un "estado subliminal" durante casi 15 años, agrega, incapaces de tomar decisiones importantes sobre su vida como comprar una casa, redecorar, tener un hijo o abrir un negocio.
"Ahora finalmente está ocurriendo. Voy a poder realizar inversiones y planear el resto de mi vida", afirma.

El número de personas que participan en un proyecto de esta escala excede los miles e incluye a urbanistas, arquitectos, diseñadores de exteriores, biólogos, diseñadores urbanos, ingenieros civiles, expertos en demolición y construcción, albañiles y antropólogos sociales como Walldin.

La firma de arquitectos White Arkitekter AB -con sede en Estocolmo- que se adjudicó el contrato para diseñar la nueva Kiruna, concibió un centro urbano más denso con un mayor enfoque en la sustentabilidad, los peatones y el transporte público que en los automóviles.
Pocas mujeres


La ubicación de la ciudad a 145 kilómetros al norte del círculo ártico significa que de mayo a agosto está en perpetua luz diurna y de diciembre a enero en perpetua oscuridad.
Las temperaturas permanecen debajo de los -15 ºC durante gran parte del año y hay nevadas todos los meses.

Una de las labores de Walldin es hablar con la gente para descubrir qué desean tener en la nueva ciudad y después llevar ese mensaje a los arquitectos.

"Hay una tensión entre la naturaleza y la cultura en Kiruna", puntualiza Walldin. "La ciudad nunca ha tenido cultura, lugares para reunirse, comer e interactuar. Deseamos asegurarnos que se consulte a los departamentos de Cultura, Bienestar Social y Entretenimiento para que ofrezcan cines, piscinas y canchas de fútbol en la nueva ciudad".

La nueva urbe también podría resolver algunos de los problemas de Kiruna, incluido el grave desequilibrio de género.

"Esta es una ciudad predominantemente masculina porque muchas jóvenes se mudaron", dice Walldin. "La nueva ciudad necesita desesperadamente ser capaz de atraer a mujeres que quieran vivir aquí".

También se espera que el nuevo lugar mejore el turismo en el área para ayudar a los negocios locales. El famoso Hotel de Hielo en la cercana Jukkasjarvi atrae a más de 100.000 personas a la zona cada año, pero los turistas rara vez realizan el trayecto de 15 minutos hacia Kiruna.

Desde el punto de vista antropológico, afirma Walldin, existe una preocupación: "La gente de Kiruna que está apegada a sus recuerdos".

"Tenemos que encontrar la forma de respetar esos recuerdos y a la vez cuidar a la gente que ha estado viviendo en el limbo de esta ciudad durante más de una década", comenta. "Es gente que se besó por primera vez en la banca de un parque o tuvo a su primer hijo en el hospital local que ahora desaparecerá totalmente".

Costos "escalofriantes"

Pero antes de que los habitantes puedan trasladarse, LKAB tiene que comprar la propiedad en que viven para que posteriormente ellos puedan comprar otra propiedad en la nueva ciudad. Y las sumas son escalofriantes.

"La idea general es que LKAB compre las casas de la gente a precio del mercado más 25% y después les vendan una propiedad en la nueva ciudad", dice Stenqvist, "Pero ¿cómo estableces el valor de mercado de una casa en una ciudad que no existe?".

White Arkitekter ha estado llevando un control de todas las rentas en las ciudades cercanas durante varios años para poder evaluar las casas de Kiruna dependiendo de las características que poseen, como espacio, jardines y proximidad al centro de la ciuidad.

"Incluso estamos poniendo un valor monetario a las paradas de autobús, porque la ubicación de una casa puede ser muy importante en una nueva ciudad con un diseño basado en su sistema de transporte público", afirma.

De forma similar, los dueños de tiendas y empresas que creen que tienen una buena ubicación en la ciuidad actual han expresado preocupación por el lugar que tendrán en la nueva urbe y que aún no conocen.

"Es una situación nueva y realmente nadie sabe cómo manejarla", dice Yvel Sievertsson, funcionario de transformación urbana de LKAB.

"Tenemos cientos de personas trabajando en el proyecto, incluidos investigadores de la Universidad de Estocolmo. El objetivo es que la nueva ciudad esté lista antes de que podamos empezar a trasladar a la gente y después llevar a cabo la mudanza en una o dos etapas para tener el menor impacto posible en los negocios de los habitantes", agrega.

"Hemos viajado por todo el mundo investigando cómo otros países, como Alemania y partes de África, han manejado proyectos similares. Pero ellos han trasladado solamente pequeños pueblos y casas, no ciudades enormes", explica el funcionario.

"Estamos usando toda la experiencia que existe pero es una situación completamente desconocida".

Paradójicamente, será necesario construir casas nuevas en la ciudad existente para que puedan iniciarse las obras en la nueva urbe, porque Kiruna necesita unos 800 espacios habitacionales para poder albergar a los trabajadores que van a construir la nueva ciudad.
"Es un círculo vicioso", asegura Peter Johansson, gerente de construcción de NCC, la compañía que dirige la construcción en la nueva ciudad.

Sólo considerando la escala de los planes hay una gran ansiedad sobre si el proyecto podrá ser finalizado a tiempo.

"La municipalidad y LKAB piensan que podemos construir toda la ciudad en cuatro o cinco años, pero es imposible", afirma Johansson. "Ni siquiera hay certeza de que la construicción se inicie en marzo. Debíamos haber empezado a construir en 2009 o 2010″.

"Tenemos unas 250 personas trabajando en el lugar pero necesitamos más de 1.000. Necesitaremos trabajadores de toda Escandinavia para que este proyecto pueda ser posible", añade.

LKAB ha gastado hasta ahora US$612 millones en el proyecto y ha dispuesto US$1.200 millones para la transformación que falta, pero indica que es imposible calcular el costo total de la obra.

En la ciudad hay una sensación de que algo está a punto de ocurrir, pero la mayoría de los residentes están a favor de la reubicación. La economía local depende totalmente del éxito de la mina.

"LKAB dirige la mina, da trabajo a la gente y algunos habitantes de Kiruna se han hecho muy ricos gracias a ella", dice Walldin.

"La mina es la razón por la que todos estamos aquí".

2014-03-10