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Cada Oscar levantado con alegría o acunado entre lágrimas por ganadores del Premio de la Academia es primero fundido y lustrado muy lejos de Hollywood.
Trabajadores en la fundición de bellas artes Polich Tallix, a más de 80 kilómetros (50 millas) al norte de la ciudad de Nueva York, comenzaron a trabajar a finales de septiembre en los premios que serán entregados el 26 de febrero. Cada uno de los 60 Oscar despachados del centro de producción estilo hangar tiene 33 centímetros (13½ pulgadas) de alto y un distintivo diseño art deco que es pulido hasta relucir como un espejo. Cada brillante base negra carece solo de la placa con el nombre del ganador, que se agrega después de la ceremonia.
Polich Tallix, que comenzó a hacer las estatuillas el año pasado, alteró la imagen del caballero estilizado con miras a los trofeos originales entregados en 1929. El trayecto de estas nuevas estatuillas de un pequeño pueblo en el norte de Nueva York al corazón de Hollywood no será una cosa de película, pero sí algo digno de una mirada.
CASTING (FUNDICION)
Cada Oscar comienza con una versión hecha de cera, que es bañada reiteradamente en una cerámica líquida color crema. La cerámica se endurece y la cera se derrite para hacer espacio al bronce fundido. Lo que queda una vez que se retira la cerámica es una especie de versión áspera del elegante ícono.
John Menzie y otros trabajadores se aseguran de que cada detalle de la superficie — desde el nacimiento del pelo de Oscar hasta el carrete sobre el que está parado — sea lijado y pulido a mano hasta conseguir un fino acabado.
Menzie dijo que es emocionante ver las piezas en las que uno trabajó entregarse a lo largo de varias horas por televisión, como lo hizo el año pasado.
"Cuando Leonardo DiCaprio dio su discurso y estaba sosteniendo su Oscar yo solo pensaba… ‘yo debo haber trabajado en esa pieza"‘, dijo Menzie. "Me gustaría que en su discurso de aceptación hubiera leído el número de serie que estaba en el dorso, ¿sabes?, para poder decir ‘¡esa es la que yo hice!"‘.
MEJORES EFECTOS VISUALES
Cuando Polich Tallix asumió la producción de los trofeos de una compañía de Chicago, la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas le pidió que creara una estatua más fiel a la original. El artista de fundición Daniel Plonski hizo escaneos en 3-D de una antigua estatuilla y de otra más reciente, y tomó las cualidades deseadas de cada una para la nueva iteración. La restauración del Oscar fue sutil; sus estilizados rasgos faciales son más definidos, se le ven más las orejas y parte del pelo, y su espada se apoya con mayor alivio entre sus piernas.
"El truco era no hacerla demasiado diferente", dijo Plonski.
La diferencia más sustancial es imperceptible para el público: la estatuilla está nuevamente fundida en bronce, no en una aleación estilo peltre.
Y EL PREMIO VA PARA…
Las estatuillas son enviadas a Brooklyn, donde son recubiertas en oro de 24 quilates en Epner Technology, también en su segundo año trabajando para los Oscar.
El presidente de la compañía, David Epner, dijo que antes de haberse involucrado en la producción del premio, el actor F. Murray Abraham y otro par de ganadores le habían pedido nuevos baños de oro para sus trofeos, que se estaban desgastando. Promete que eso no ocurrirá con su nuevo proceso, que incluye un baño de cobre y otro de níquel antes del baño de oro.
"El oro está garantizado no por la vida del ganador, sino por la vida de la estatuilla", dijo Epner.
Polich Tallix tiene una tarea más luego que se anuncian los nominados: hacer una placa con el nombre de cada ganador potencial. Los ganadores reciben sus Oscar en el escenario sin la placa, pero luego pueden ir a una mesa entre bambalinas para que se la pongan.
Las placas no usadas son destruidas.
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