BBC Mundo
En el barrio de Los Feliz, en la ciudad de Los Ángeles, California, desde hace unos días centenares de personas han estado haciendo fila durante horas para tomarse un café en el llamado Dumb Starbucks (Starbucks tonto).
Este martes, el Departamento de Salud Pública de Los Ángeles ordenó su cierre bajo el argumento de que el establecimiento estaba operando sin un permiso de salud pública válido.
Según la cadena de televisión estadounidense ABC, está previsto que representantes del Departamento y el propietario del local se reúnan el martes por la mañana.
Sin embargo, con sólo tres días de vida, la fama del "Dumb Starbuck" ya se había extendido por la ciudad y las redes sociales.
Todo en este negocio que abrió sus puertas el pasado viernes es idéntico a lo que puede encontrarse en una cafetería de la cadena estadounidense Starbucks.
Lo único que cambia es que el logotipo del local y todos los productos que se pueden adquirir en él de forma gratuita llevan delante de la marca la palabra "tonto".
En el menú del Dumb Starbucks hay bebidas como Dumb Iced Coffee, Dumb Espresso y Dumb Frappuccino. Incluso tiene una colección de CDs con títulos como Dumb Jazz o Dumb Norah Jones.
Las redes sociales se han llenado de rumores sobre el origen de este negocio. Algunos aseguraban que se trataba de una instalación de arte temporal o de una campaña de marketing. Incluso se llegó a especular con que el artista británico Banksy estaba detrás de la iniciativa.
Finalmente este lunes se reveló el misterio, después de que el cómico canadiense Nathan Fielder explicara en una concurridísima rueda de prensa que él era el responsable del concepto.
Fielder, quien tiene un exitoso programa de humor en la cadena estadounidense Comedy Central, dijo ante los periodistas que en breve abrirán un segundo local en el barrio de Brooklyn, en Nueva York.
"Arte de parodia"
Antes de que Fielder hiciera este anuncio, se había hecho público un documento en el que los responsables de esta inusual cafetería dejaban claro que no tenían nada que ver con Starbucks y señalaban que sólo utilizaban este nombre como una herramienta de marketing.
Antes de que Fielder hiciera este anuncio, se había hecho público un documento en el que los responsables de esta inusual cafetería dejaban claro que no tenían nada que ver con Starbucks y señalaban que sólo utilizaban este nombre como una herramienta de marketing.
Según explicaban, al utilizar la palabra "tonto" estaban haciendo "arte de parodia", lo que en su opinión está amparado por la ley. Apuntaban que la cafetería es una gallería de arte y que el café que dan a los clientes también es considerado arte.
"Al añadir la palabra ‘Dumb’, técnicamente nos estamos burlando de Starbucks, lo cual nos permite utilizar su marca, amparados en una ley conocida como de ‘uso justo’. El uso justo es una doctrina que permite utilizar el material registrado para fines de parodia, sin permiso de los dueños de los derechos", señalaban.
Los responsables de la cadena Starbucks emitieron un comunicado este lunes en el que aseguraban que están estudiando el asunto, ya que consideran que el uso de su nombre no es legal.
"Estamos evaluando los próximos pasos y aunque apreciamos el humor, no pueden utilizar nuestro nombre, que está protegido una marca registrada", apuntó la compañía con base en Seattle.
La mayoría de expertos legales citados por la prensa local considera que es muy probable que si Starbucks acude a los tribunales gane el caso.
"Divertidísimo"
Cuando BBC Mundo visitó esta mañana el Dumb Starbucks la expectación frente al local era máxima.
Periodistas de numerosos medios se mezclaban con las decenas de personas que hacían fila para conseguir su Dumb Expresso.
"Un amigo me contó que habían abierto este lugar. Me encantan los productos de Starbucks y me parece divertidísimo poder venir a Dumb Sturbucks. Además, me dijeron que todo era gratis, así que genial", le dijo a BBC Mundo Val, una joven que estuvo esperando cerca de dos horas para conseguir su café de Dumb Starbucks.
"Es interesante. Nunca había visto nada igual. Queríamos conocerlo antes de que lo cierren, porque seguro que no va a durar mucho tiempo abierto", señaló por su parte Lindi, quien explicó que el sabor del café no era igual que el del auténtico Starbucks, aunque "no le importaba ya que es gratis".
Está por ver si una vez desvelado el misterio de quién está destrás de este Starbucks "tonto" la gente seguirá acudiendo en masa a esta cafetería.
Lo que está claro es que el humorista Nathan Fielder ha conseguido su objetivo de hacerse publicidad.