BBC
Eclipse es una perra labrador negra que tiene la costumbre de tomar sola el autobús.
Vive en Seattle, en el noroeste de Estados Unidos, y a veces aborda el transporte público para ir a pasear al parque que queda cerca de su casa.
Para Eclipse la salida diaria es cosa seria y por eso cuando su dueño, Jeff Young, se toma más tiempo del que ella considera debido, fumándose un cigarrillo o simplemente posponiendo la salida, se va por su cuenta.
En esos días, Eclipse camina hasta la acera de su casa, justo donde está la parada del autobús y allí espera a que llegue el transporte.
Como los conductores la reconocen como uno de sus viajeros frecuentes, se detienen, le abren la puerta y esperan que se ubique en algún asiento vacío al lado de algún otro usuario.
Alegría colectiva
Para los locales ya es parte de la rutina, pero no para Miles Montgomery, un reportero de una radio local quien presenció la semana pasada este inusual comportamiento.
Montgomery dijo a la televisora KOMO-TV de Seattle que quedó asombrado al ver al perro bajarse del transporte justo en la parada del parque de mascotas de la zona.
Young explica que cuando la perra se le adelanta, él luego se encuentra con ella en el parque que está unas cuatro paradas más adelante.
Un portavoz de la autoridad metropolitana del transporte de Seattle, consultado por la agencia AP, explica que la perra-pasajera “alegra a todo el mundo”.
2015-01-13