EFE
La primera dama de EE.UU., Michelle Obama, hizo una promesa que le resultará difícil mantener, la de dejar por un tiempo el alimento que se ha convertido en el punto débil de su empeño por mantener una dieta sana: las patatas fritas.
La primera dama y el presidente estadounidense, Barack Obama, bromearon hoy sobre sus debilidades culinarias durante un almuerzo con decenas de niños de todo el país que la Casa Blanca celebra de forma anual para educar a los menores sobre hábitos alimenticios saludables.
"Lo que más me gusta a mí son los nachos con guacamole. Básicamente, si hay un bol de buenos nachos con guacamole alrededor, pierdo la cabeza", afirmó el presidente estadounidense. "Y para la primera dama, (la debilidad) son las patatas fritas", añadió.
"Pero voy a decir esto, le interrumpió Michelle Obama. Voy a hacer una promesa: voy a dejar por un tiempo las patatas fritas", aseguró.
Sorprendido, Obama le respondió con un "¿de verdad?", y ante la respuesta afirmativa de su esposa, declaró: "eso es algo gordo".
El mandatario también reveló las debilidades del resto de la familia: a su hija mayor, Malia, "le resulta muy difícil rechazar el helado, aunque ha aprendido a controlarse un poco" para no comerlo todos los días.
Los Obama discutieron un par de minutos sobre cuál creen que es la debilidad de su hija menor, Sasha: la primera dama recordó que "le gusta el sushi", mientras que el mandatario apuntó que le encantan las tartas y que "toma postre siempre que puede".
En resumen, Obama dijo a los niños que, siempre que su dieta habitual sea equilibrada y les haga estar "fuertes y sanos, está bien" tomar de vez en cuando "alimentos divertidos que pueden no ser perfectos para el cuerpo".
Desde que se convirtió en primera dama, Michelle Obama ha convertido la lucha contra la obesidad infantil en una prioridad, a través de una campaña nacional sobre la necesidad de una buena alimentación y un ejercicio regular.
2014-07-18