BBC Mundo
Para convertirse en un "Héroe de los Caracteres" en China se necesita sangre, sudor y meses de estudio.
Millones sintonizan cada semana el programa en el que adolescentes compiten por el título.
El Héroe de los Caracteres es la versión china del "Spelling Bee", el concurso de ortografía estadounidense en inglés, que desde 2011 también tiene una versión en español.
Pero el desafío en el país asiático es escribir las palabras a mano.
Cada trazo, cada punto tiene que estar en el lugar correcto.
Tras dos tensas rondas, Wang Yiluo queda descalificada; le hace una venia al panel de famosos jueces y sale rápidamente del estudio de televisión.
Tras bambalinas, admite que pasó meses estudiando diccionarios para prepararse. Había mucho en juego pues ya tiene 17 años, así que era el último año en el que podía participar.
"Quería competir antes de ser demasiado vieja", le explica a la BBC.
La razón del olvido
La popularidad del show quizás no debería sorprender: además de la pólvora y el papel, muchos consideran que la creación de la caligrafía china es una de sus principales contribuciones a la civilización.
Los jóvenes que participan en el show saben lo que el resto de la población está olvidando: escribir.
No existe un alfabeto chino. Cada palabra se representa con un caracter o un compuesto de dos o tres caracteres.
Un diccionario chino respetable contiene más de 85.000 caracteres. Se estima que cotidianamente están en uso 7.000.
No obstante, los conocimientos sobre cómo componer esos caracteres están en riesgo.
La BBC hizo la prueba de la escritura entre viandantes de Shanghái
En todo el país, a la gente se le está olvidando cómo escribir su propio lenguaje sin ayuda computarizada.
Un software en los teléfonos inteligentes y en las computadoras le permite a los usuarios introducir el sonido básico de una palabra usando el alfabeto latino.
Luego se escoge el caracter correcto de una lista.
¿El resultado? Es posible reconocer los caracteres sin recordar cómo escribirlos.
Pincel, tinta y papel de arroz
Pero todavía hay esperanzas para el humilde pincel.
El Ministerio de Educación de China quiere que los niños pasen más tiempo aprendiendo cómo escribir y está impulsando la escritura.
En una escuela primaria que visité en Pekín, los estudiantes practican caligrafía todos los días en un salón de clase decorado especialmente con pinturas tradicionales chinas en las paredes.
Se escucha una música suave mientras un grupo de niños de 6 años sumergen sus gruesos pinceles en la negra tinta.
Miran el tablero a menudo para estudiar los ejemplos que escribió el profesor antes de intentar reproducir esmeradamente esos caracteres en el delgado papel de arroz.
Hasta a los profesores de caligrafía se les han olvidado palabras.
Si los adultos pueden sobrevivir sin escribir a mano, ¿para qué molestarse en seguir enseñándolo?, le pregunto a la profesora de caligrafía, Shen Bin.
"La habilidad de escribir los caracteres es parte de la tradición y cultura china", responde.
"Los estudiantes tienen que aprender ahora para que no lo olviden cuando crezcan".
Sin embargo, la misma Shen no puede evitar los efectos de la tecnología moderna.
"Es común, hasta entre profesores como yo, que se olviden ciertas palabras", admite riéndose.
"Aquí estamos todos juntos recordando cómo escribir"
2014-09-07