Si quieres ser una estrella internacional, tienes que aprender a disfrazarte. Pero a disfrazarte hasta el límite de que piensen que has perdido la chaveta. Si no que se lo digan a Lady Gaga, que ha hecho de su estridencia una máquina de hacer dinero. Pero a lo que voy, hasta para disfrazarse hay que tener gracia. Gaga se planta unos filetes de ternera encima y se hace un traje de gala y todos comentamos la ocurrencia, pero hay otras que intentan innovar y lo único que hacen es contribuir con el chonismo en masa.
Me refiero a Rihanna y a Miley Cyrus. Mirad las pintas de estas dos estrellas para salir a la calle a tomar un café con las amigas. ¿Qué os pasa chicas? Rihanna se pone una camiseta de basket en versión vestido que no hay quien entienda. Miley, por su parte, apuesta por el estampado floral que parece haberlo comprado en las rebajas de los veinte duros. ¡Qué horror!
Pero hay que reseñar que además de la indumentaria, esta moda del disfraz tiene que ir acompañada de una actitud chunga. Es tendencia poner cara de ir desfasada y tener pocos amigos. Parece que ser desagradable dignifica. ¿Nos estaremos volviendo todos locos? Miley Cyrus es muy de sacar el dedo y poner actitud agresiva. La otra es menos agresiva pero pone unas caras de chula hiphopera… No entiendo nada, pero la verdad es que no sé si la loca soy yo, o todo se puede resumir a que me estoy haciendo mayor.
En España no hemos escapado de este movimiento. Os invito a que os metáis en el Instagram de la modelo y actriz María Forqué, hija de la maravillosa Verónica Forqué. Esta está más en la honda de la moda manga. Pero hasta tal punto que viendo sus fotos yo no sé reconocer quién es un dibujo animado y quién es ella.
2013-09-03