EFE.- La ciencia-ficción, mediante la popular serie de televisión Star Trek (Viaje a las estrellas), inspiró a una empresa mexicana a diseñar un traje inflable contra la COVID-19 para uso de personal médico.
El traje, que en dos meses ha tenido ya tres versiones debido a la insistencia de la empresa por optimizarlo, ayuda a los sanitarios a tratar a los enfermos de coronavirus sin otras protecciones como cubrebocas, gogles o careta.
"Los trajes de protección actuales (Tyvek) que utiliza el personal médico funcionan muy bien. Es un overol de cabeza a pies con una capucha, que se complementa con cubrebocas, gogles y careta", dijo en entrevista con Efe el director de la empresa XE Ingeniería Médica, Fernando Avilés.
Pero señaló que estos equipos luego de cierto de tiempo de uso y dependiendo de la temperatura exterior "se vuelven incómodos y muy calientes" para los usuarios (médicos), quienes "no pueden trabajar bien".
Explicó que tras un turno de cuatro, seis u ocho horas que cumplen los médicos en estos trajes, en verano, sin ventilación y deshidratados, "definitivamente lo único que quieren es escapar del área de trabajo y las decisiones que se toman no son necesariamente las más adecuadas para los pacientes".
Ante ese escenario y tomando como base la tecnología que aplicó previamente en una cápsula de aislamiento, diseñado para trasladar a personas con enfermedades altamente contagiosas, como tuberculosis y meningitis, a Avilés le surgió la idea de crear un traje completo.
UNA CÁPSULA
Para llevar a cabo su idea, Avilés, un ingeniero biomédico y paramédico avanzado con más de 20 años de experiencia, consideró necesario fabricar el traje de una sola pieza, de cabeza a pies y hermético e impermeable.
"Se puede ver que es una especie de cápsula, que además cuenta con espacios para las extremidades (superiores e inferiores)".
Bajo ese diseño, explicó, se cuenta con un traje de presión positiva que recibe aire internamente desde un controlador, que también mide la presión y lo mantiene siempre inflado, el cual se coloca alrededor la cintura y tiene una duración de cinco horas.
"El aire circula en su interior y eso permite que el personal en todo momento este fresco y trabaje sin el estrés de la temperatura y el sudor", explicó.
Además, consideró que el hecho de que una careta (de grafeno) esté integrada al traje, elimina la necesidad de otros aditamentos como gogles o careta porque el aire que circula en el interior no permite que se empañe al evitar que se forme la condensación.
STAR TREK, SU INSPIRACIÓN
El especialista en instrumentación médica por la Universidad Iberoamericana (UIA) reconoció que sus inspiración está en la ciencia-ficción y particularmente en la serie Star Trek, incluso en el programa espacial donde se utilizan trajes herméticos completos.
"Estos trajes solo existían en la ciencia-ficción y había que fabricarlos. Los habíamos ‘visto’ teórica y conceptualmente, pero no los habíamos concretado para un uso real con personal médico".
Contó que el traje, desde la primera hasta la tercera versión, ha ido evolucionando con base en la retroalimentación que han proporcionado usuarios y en desventajas que ellos han detectado.
Sobre la higienización del traje, Avilés dijo que se hace con la ayuda de otra persona, quien rocía con un producto desinfectante y tras ese paso el usuario se puede quitar el traje de adentro hacia afuera y lo puede pasar al lavado normal. Lo único que no debe mojarse es el filtro y el controlador electrónico.
ODONTÓLOGOS, LOS CLIENTES
Avilés contó que tras la presentación del primer traje pensaban que los principales usuarios y clientes serían los médicos de los hospitales, pero el traje fue requerido, de manera circunstancial, por gabinetes y clínicas de odontología.
"Los odontólogos trabajan muy cerca de los pacientes y fueron quienes pidieron probarlo porque vieron de inmediato la ventaja de tener un dispositivo de este tipo", explicó Avilés, quien señaló que el traje tiene un costo de unos 20.000 pesos (unos 890 dólares) costo que buscan reducir para hacerlo más accesible.
Explicó que por ahora las pruebas del traje las llevan a cabo en hospitales del Gobierno mexicano y recordó que se requiere de todo un proceso de autorización para que sea validado.
Por ahora cuenta con ordenes en proceso de gobiernos de estados que tienen, por geografía, altas temperaturas como es el caso de Guerrero y en especial en ciudades como Acapulco donde están por arriba de los 30 grados celsius.
Además del traje, Avilés y su empresa han colocado casi 2.000 de sus cápsulas de aislamiento en países como Panamá, Ecuador y Perú y otras siete naciones. Ese diseño tiene seis certificaciones y cumple la Norma Oficial Mexicana de traslado de pacientes.
Recordó que las cápsulas no eran para la pandemia, sino que fueron diseñadas un año atrás para protección de su personal al trasladar personas con enfermedades contagiosas y de manera circunstancial se convirtieron en el estándar de traslado de pacientes en México al ser altamente seguras.