En octubre pasado, la protagonista de "El diario de Bridget Jones", Renée Zellweger, sorprendió al asistir a una gala realizada en Los Angeles con un rostro prácticamente irreconocible. Y aunque ella ha atribuido el cambio en su aspecto a un estilo de vida más saludable, médicos de todo el mundo han coincidido en que se inyectó bótox y se retocó párpados, nariz y pómulos.
¿Por qué los pómulos? La respuesta es simple: cuando esa zona está bien definida, aporta angulo al rostro y contribuye a dar un aspecto de elegancia, frescura y sensualidad. Por el contrario, pómulos poco marcados hacen que el semblante se vea achatado, triste y avejentado.
De esta manera, los pómulos juegan un papel clave para la estética del rostro y, específicamente, para el denominado "triángulo de la belleza facial" que enmarca las facciones.
"Su base es a la altura de los pómulos y su vértice es el mentón. Da un canon de belleza y juventud que inconscientemente reconocen las personas", explica la doctora Carla Naves, especialista en medicina estética facial de la Clínica Avaria en Chile.
Sin embargo, a veces ese "triángulo" se encuentra alterado, ya sea por razones genéticas o como consecuencia del inevitable paso de los años. "Hay personas que tienen los pómulos muy pequeños por malformaciones óseas. Por ejemplo, hay un síndrome que se llama Binder, y quienes lo padecen nacen con la zona que rodea la nariz y los pómulos muy hundida", explica el doctor Rodrigo Contreras, director médico de Clínica Lo Curro.
Asimismo, al igual como ocurre con todo el cuerpo, el rostro y los huesos que lo conforman también envejecen. "Las órbitas de los ojos se van ampliando y los huesos se van adelgazando. En el caso de los pómulos también se achican y adelgazan, entonces van perdiendo un poco su proyección", sostiene el cirujano plástico.
A esto se suma que alrededor de los 35 años, la grasa profunda del pómulo comienza a descender debido al debilitamiento de los ligamentos que la sostienen y, por lo tanto, el pómulo pierde volumen y el rostro comienza a tener una apariencia achatada. Paralelamente -explica Carla Naves-, aumenta la grasa alrededor del mentón acompañada de flacidez, por lo que el "triángulo" se invierte, es decir, su base se traslada a la parte inferior del rostro y su vértice a la zona de los pómulos.
¿Qué hacer?
Si luego de leer esto te observaste en un espejo y te diste cuenta de que tu "triángulo de la belleza facial" se está girando, no te aflijas porque existen varias formas de solucionarlo.
Sin duda la más sencilla es recurrir al maquillaje y para eso debes aplicar un rubor de tono más oscuro por debajo del hueso de la mejilla y uno más luminoso sobre éste, lo que hará resaltar tus pómulos.
También puedes recurrir a los ejercicios faciales. Annelise Hagen, quien es considerada como la "creadora" del yoga facial, propone esculpir y levantar los pómulos mediante el fortalecimiento de los músculos de las mejillas. ¿Cómo? Inhala aire, guárdalo en la boca y pásalo de un lado a otro de la boca hasta que te quedes sin aliento. Luego repite.
Ahora, si quieres una solución más inmediata, puedes recurrir a los rellenos faciales, con los cuales se logra crear volumen, conseguir un rostro más anguloso y quedar con facciones más marcadas.
2014-11-18