EFE
Los huesos, dientes o las huellas de los animales fosilizados sirven para reconstruir el pasado, también el alimento no digerido: ahora, un equipo internacional de científicos ha identificado, a partir de un vómito fosilizado de pez, un protorosaurio de hace 215 millones de años que fue comido por éste.
Los resultados se publican en Plos One, en un artículo que supone una revisión de uno preliminar (publicado en la revista Gortania) y que saca, gracias a las últimas tecnologías, conclusiones diferentes: el animal ingerido por el pez no fue un pterosaurio, sino uno perteneciente al grupo de los protorosaurios, más concretamente vinculado a la especie "Langobardisaurus pandolfii".
Así, este estudio ha revelado que los huesos que se creía que pertenecían a un reptil volador del grupo de los pterosaurios eran, en realidad, de un pequeño reptil del grupo de los protorosaurios que habría sido comido posiblemente por un pez, según Borja Holgado, uno de los firmantes de este trabajo e investigador del Instituto Catalán de Paleontología (ICP) y la Universidad de Valencia (este de España).
El fósil fue encontrado por el paleontólogo italiano Fabio M. dalla Vecchia a mediados de los ochenta, cerca del municipio de Preone, al noreste de Italia.
En 1989, Dalla Vecchia y sus colaboradores hicieron una primera investigación sobre esos alimentos regurgitados fosilizados y sacaron una serie de conclusiones: los restos eran de pterosaurio, un grupo de reptiles voladores que vivió en casi todo el Mesozoico (hace entre 252 y 66 millones de años).
Con la tecnología y conocimiento de ese momento, los restos se asignaron al único pterosaurio que se había descrito en esta zona, "Preondactylus buffarinii", una especie que luego ha sufrido revisiones puntuales.
Estas revisiones han sido protagonizadas por el propio Dalla Vecchia que más tarde decidió aplicar las últimas tecnologías.
Según ha relatado a Efe Holgado, en esta ocasión -los análisis empezaron en 2013- se ha utilizado un aparato de microtomografía computarizada -una especie de TAC para pequeñas estructuras- que ha permitido obtener imágenes de alta resolución y reconstrucciones tridimensionales de los huesos.
En concreto, esta técnica ha permitido observar los datos que ocultaba la losa donde estaba incrustada la "pelota de huesos".
"El estudio detallado de cada uno de los huesos ha posibilitado sacar nuevas conclusiones", ha dicho Holgado.
Los protorosaurios son un grupo de reptiles de cuello largo parecidos a los actuales lagartos que vivieron desde finales del Pérmico hasta finales del Triásico, hace entre 260 y 210 millones de años, poco antes de que los dinosaurios dominaran todos los ecosistemas terrestres, según el ICP.
"La morfología de las vértebras alargadas ahora identificadas como cervicales y las facetas articulares (las superficies donde se articulan las vértebras) de las dorsales son los rasgos más destacados que han permitido esta nueva interpretación del espécimen", ha detallado el investigador.
Por su parte, Dalla Vecchia ha señalado que el trabajo confirma que es una regurgitación gástrica posiblemente producida por un pez de grandes dimensiones, "como ya apuntamos en el primer estudio", posiblemente perteneciente al género "Saurichthys".
2015-11-11