El ícono de la cosmética Revlon se declaró en la quiebra en un juzgado estadounidense con una millonaria deuda que ronda los 3.500 millones de euros.
La petición para acogerse voluntariamente a la protección del Capítulo 11 de la Ley de Bancarrota de los Estados Unidos, viene ante el impacto en su actividad de los problemas de la cadena de suministros y de la fuerte subida de la inflación, reseña Europa Press.
Sus actuales propietarios, el holding del financiero Ronald Perelman MacAndrews & Forbes, se vieron incapaces de refinanciar un pasivo que se acumulaba antes de la pandemia.
Otros medios internacionales indicaron que la compañía dijo que, con la aprobación de la corte, espera recibir $575 millones en financiamiento.
Esto de parte de sus prestamistas existentes, lo que le permitirá mantener sus operaciones diarias en funcionamiento.
Debra Perelman, presidenta y directora ejecutiva de Revlon señaló que la demanda de sus productos es fuerte, pero su “estructura de capital desafiante”.
Ninguna de las subsidiarias operativas internacionales de la empresa está incluida en el procedimiento, excepto Canadá y el Reino Unido.
Agencias
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