La tarde del jueves en Madrid, marcada por una lluvia incesante, se convirtió en el escenario de un lamentable incidente que empañó la presentación del libro de Luis Rubiales. El expresidente de la RFEF estrenaba su obra, 'Matar a Rubiales', que, de manera premonitoria, hace referencia a lo que él considera un intento de destruir su carrera y reputación desde el beso no consentido a Jenni Hermoso en 2023.
El acto interrumpido y la agresión
El local en el centro de la capital lucía lleno, congregando a decenas de medios y un auditorio que parecía rendido al exdirigente. Sin embargo, el acto apenas había comenzado cuando la violencia irrumpió.
Gonzalo Sichar, editor del libro, tomaba la palabra para justificar la obra como "un libro valiente de una persona cancelada" cuando un espontáneo irrumpió desde el fondo de la sala. El hombre le gritó a Rubiales antes de lanzarle unos huevos, los cuales el exdirigente logró esquivar. El agresor fue sacado por la fuerza y retenido a la espera de la Policía.
Lo más asombroso del suceso fue la revelación posterior: se baraja la posibilidad de que el agresor fuera el propio tío de Rubiales, un extremo que el agredido no negó, limitándose a comentar que “La familia está muy dividida”.
"No cederé, lucharé"
Una vez retomado el control de la sala, Rubiales tomó la palabra para defender su postura y restar importancia a los ataques, volviendo a cargarse contra sus detractores.
Sobre el incidente, Rubiales manifestó:
«A mí estos cobardes no me importan lo más mínimo. Se demuestran con estas acciones quienes son los intolerantes».
Al ser preguntado si se consideraba una víctima, fue categórico, asegurando que su lucha es una promesa a su familia:
«Soy un hombre feliz y esta sociedad está siendo víctima de estos políticos, radicales que actúan desde la supremacía moral. [...] Les prometí a mis hijas que no iba a dimitir y lo hice por salvar a mis compañeros».
Sobre el tema central de su caída, el beso a Jenni Hermoso, Rubiales reiteró que nunca cederá ante la presión de disculparse con ella:
«Hay alguien que quiere que le pida perdón a una persona que ha mentido. No voy a reconocer cosas que no son verdad. Me voy a morir sin reconocerlo».
Rubiales también aprovechó el foco mediático para arremeter contra sus enemigos políticos y deportivos, incluyendo al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y al presidente de LaLiga, Javier Tebas, a quien acusó de pagar a periodistas para atacarlo.
Finalmente, el exdirigente aseguró que su objetivo es que la verdad fluya: «Estoy luchando porque la verdad florezca. Me dedico a otras cosas. Ahora estoy disfrutando mucho de mi familia».
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