La vida de Cristiano Ronaldo, a menudo idealizada por el lujo y el glamour, esconde un lado menos conocido: el de la seguridad constante y los peligros inherentes a su fama global. Hichman, un antiguo escolta del futbolista, ha compartido en TardeAR detalles sobre cómo es proteger a una figura de su calibre y los riesgos a los que se enfrentan las estrellas.
Hichman, quien dedicó cuatro años a la protección de Ronaldo, asegura que este tipo de profesión transforma por completo la vida personal. Su experiencia le enseñó que, para proteger a alguien como el delantero portugués, uno debe estar dispuesto a sacrificar su propia vida si la situación lo requiere, un límite extremo en su labor diaria.
Aunque el exescolta aclara que el perfil de Cristiano no es de "alto riesgo" —a diferencia de un jefe de Estado—, sí está expuesto a amenazas específicas. "Es un celebrity que tiene siempre amenazas de fanáticos o de gente que quiere robarle sus bienes," afirmó Hichman, destacando la obsesión de algunos seguidores y la codicia que despierta su fortuna.
Para mitigar estos peligros, la planificación es clave. Los equipos de seguridad de las celebridades siempre conocen de antemano los lugares a visitar. Realizan un estudio exhaustivo de "puntos de contacto" y analizan las personas presentes en entradas y salidas, buscando anticipar cualquier posible incidente y garantizar la seguridad del VIP.
Más allá de los riesgos, Hichman también desmintió la imagen pública de Ronaldo, que a menudo lo presenta como arrogante. "Es una gran persona, muy generoso, no es como la gente habla de él," aseguró el exescolta, confirmando que mantienen una buena relación. Las "situaciones complicadas" vividas junto al futbolista se limitaron a "tonterías" con paparazzi o fanáticos "locos".
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