En una jornada previa cargada de tensión absoluta, el Real Madrid desechó la posibilidad de no presentarse a jugar en la Copa del Rey si pitaba el árbitro Pablo González Fuertes. Sin embargo, las consecuencias hubiesen sido significativas contra el 15 ganador de Champions League.
La simple acción de no acudir a los actos oficiales programados por la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) estaría violando el artículo 77 del reglamento general del ente federativo, informó Meridiano.
"Se considerará perdida para el incomparecido o retirado la fase de que se trate", lo cual habría significado la eliminación automática del equipo en esa edición del torneo.
Ese escenario hubiese abierto una puerta inesperada para la Real Sociedad, donde milita el venezolano Jon Aramburu, ya que si un equipo se retiraba en una final, "este se disputará entre el otro finalista y el que fue eliminado por el infractor".
Sanción económica para clubes que abandonen la copa
Las consecuencias iban mucho más allá de una simple sanción deportiva. La retirada del club implicaría su exclusión en la próxima edición del torneo y una multa económica que oscilaría entre 3.006 y 12.021 euros.
Más allá del pago monetario, estas sanciones representarían pérdidas sustanciales para las arcas del club afectado, debido a las cantidades que dejarían de ingresar por derechos televisivos, taquillas y patrocinio.
Además, podrían surgir reclamaciones por daños a terceros como la RFEF, patrocinadores, operadoras y otros actores relacionados con el fútbol español.
Pese a todas las consecuencias, la posibilidad de la salida del Madrid brinda la posibilidad de que los televidentes en Venezuela puedan ver la transmisión en exclusiva por Meridiano TV, que se encuentra en el lugar de los hechos.
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