La defensa de Julio César Chávez Jr., encabezada por el abogado Michael Goldstein, presentó una estrategia firme para conseguir su liberación tras su arresto en Los Ángeles. El letrado aseguró que buscarán demostrar que no existe justificación legal para mantenerlo detenido.
Goldstein calificó los cargos como "una forma de aterrorizar a la comunidad latina" y declaró que no hay pruebas claras de una orden de detención previa. Señaló que su cliente no representaba ningún riesgo, ya que llevaba una vida pública y ordenada, entrenaba públicamente y atendía combates sin ser detectado por autoridades mexicanas.
La estrategia de defensa se centrará en varios frentes: impugnar la validez de la detención por supuesta información falsa garantizada en su solicitud migratoria, cuestionar los supuestos vínculos con el Cártel de Sinaloa y la supuesta orden de arresto en México, y destacar las condiciones personales del boxeador, incluyendo su rol familiar, residencia legal, y su estado emocional.
Goldstein confía en que, en los próximos días, las autoridades emitan una resolución favorable. Además, llamó a las autoridades mexicanas y estadounidenses a respetar la presunción de inocencia, recordando que hasta ahora no se han presentado cargos concretos que prueben su involucramiento en delitos graves.
Por su parte, la presidente de México confirmó que una orden de aprehensión lo señala por delitos de crimen organizado y tráfico de armas. Sin embargo, su defensa sostiene que ninguno de estos cargos ha sido oficialmente notificado al equipo legal, dificultando su derecho a una defensa justa.
En los próximos días se espera una audiencia en la que se planteará su solicitud de libertad bajo fianza o, en su defecto, una revisión judicial de la legalidad de su detención. El equipo de Chávez Jr. se muestra optimista, afirmando que la evidencia y las inconsistencias en el proceso jugarán a su favor.
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