El central del Sevilla Kike Salas fue detenido este martes por la Policía Nacional por supuestamente provocar tarjetas amarillas en los partidos de su equipo para que su entorno ganara dinero apostando. El Confidencial informa que los juzgados de Morón de la Frontera investigan el delito de estafa.
El futbolista compareció ante el juez, aprovechando la prohibición de declarar, entregó su teléfono móvil para ser clonado y luego entrenar con sus compañeros. LaLiga, según ha podido saber MARCA, solicitará su comparecencia como fiscal en este asunto.
Otras dos personas, que formarán parte del filial de Nervión, también están siendo investigadas por el incidente, en el que pudo haber admitido el futbolista que forzó tarjetas amarillas en partidos oficiales de Liga la temporada pasada para que sus amigos hicieran apuestas sabiendo de antemano qué pasaba. sucederá en los juegos. Los investigadores creen que alojaron a 30 amigos en las instalaciones de Morón de la Frontera, donde ganaron al menos 10.000 euros. La denuncia fue presentada hace un mes.
Siete tarjetas en nueve partidos de Liga
La investigación del incidente está a cargo de la unidad especializada antiterrorista de la Policía Nacional y se centra en la última parte de la última campaña.
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