El nombre de Miguel Elías Rojas Naidernoff, conocido en el diamante como "Miggy Ro", es sinónimo de consistencia y una defensa de élite. Nacido en Los Teques, Venezuela, su trayectoria profesional se construyó lejos del brillo ofensivo, destacando por ser un Campocorto extremadamente confiable y una voz de liderazgo dentro del clubhouse.
Su llegada a las Grandes Ligas en 2014 con los Dodgers fue el resultado de años de disciplina, una dedicación que lo llevó a usar el número 11 en honor a su abuelo, la figura clave que despertó su amor por el béisbol en su país natal.
Liderazgo genuino y reconocimientos
A lo largo de su paso por los Marlins (2015-2022) y su regreso a Los Ángeles (2023-presente), Rojas se ha ganado el respeto unánime de sus colegas, no solo por su destreza en el shortstop, sino por su impacto como compañero. Esta influencia fue oficialmente reconocida en 2024 cuando fue elegido por sus propios compañeros como ganador del prestigioso premio Roy Campanella, que honra el liderazgo y el espíritu dentro de los Dodgers. Un reconocimiento que se suma al MLBPAA Heart and Hustle que ganó en 2021, consolidando su reputación como un jugador con una pasión innegable por el juego.
El jonrón que definió la leyenda en el Juego 7
Toda esa trayectoria de esfuerzo y disciplina alcanzó su cúspide en el momento de máxima presión: el decisivo Juego 7 de la Serie Mundial 2025. Rojas se encontró en el plato con un objetivo que, según explicó, era puramente estratégico y modesto: "Mi objetivo era darle a la bola por el medio y tratar de dar un hit para ponerme en base para shohe que es el hombre grande", dijo, refiriéndose a Shohei Ohtani. Sin embargo, el destino le tenía reservado el rol de héroe.
El contacto con el bate terminó en un cuadrangular que forzó el extrainning, un momento que el propio jugador calificó como la cima de su carrera. "Olvidate del jonrón, el hit más importante, el batazo más importante de mi vida, creo que no hay nada que vaya a superar esto", detalló Rojas con una emoción inmensa, aprovechando el instante para acallar a sus críticos con un remate contundente: "y para todos los que decían que no bateaba ahí está, jonrón en la Serie Mundial".
El legado de la década
Para Miguel Rojas, la conquista de la Serie Mundial con un aporte tan significativo no es el fin, sino la confirmación de un dominio histórico. "Nosotros como ganadores nos sentimos bastante contentos, es un legado el que estamos dejando acá", afirmó, destacando que los Dodgers se han establecido como el equipo más dominante de la década. En sus propias palabras, este éxito parece que apenas está comenzando: "No sabemos cuando va a parar, este equipo se siente que apenas está comenzando con lo que se vio en el campo".
Con su segundo anillo de Serie Mundial, Rojas sella su lugar en la historia, uniéndose a leyendas venezolanas como José Altuve, David Concepción y Grégor Blanco en ese exclusivo club. Su jonrón en el Juego 7 no es solo una estadística, es el símbolo de una carrera que priorizó el trabajo duro y que finalmente encontró la gloria en el momento más épico del béisbol.
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