El mundo del tenis no solo mira el juego de Anastasia Potapova, actual número 37 del ranking. La vida amorosa de la rusa ha capturado la atención global, especialmente tras su divorcio de Alexander Shevchenko y los fuertes rumores que la vinculan a otro colega, Tallon Griekspoor. Este triángulo amoroso estuvo a punto de incendiar Roland Garros con un esperado cruce.
La chispa entre Potapova y Griekspoor encendió las redes en Indian Wells. Allí, la tenista fue vista apoyando al neerlandés desde el palco, justo cuando él lograba una victoria importante. Este gesto, meses después de la confirmación de su separación de Shevchenko, con quien se había casado en 2023, disparó todas las alarmas sobre un posible nuevo romance.
El divorcio ha sido un punto de inflexión para Potapova. La tenista ha confesado sentirse "más ligera" emocionalmente tras el proceso, una liberación que, paradójicamente, ha impactado positivamente en su rendimiento. Ahora disfruta más de cada día y acepta los desafíos sin estrés, enfocada en su bienestar.
El fin de su relación con Shevchenko, un vínculo que se forjó desde la infancia pero enfrentó problemas insuperables en la convivencia, marcó un cierre necesario. Con el apoyo incondicional de su familia, especialmente de su madre, Potapova eliminó fotos de sus redes, un gesto para pasar página y sentirse finalmente libre de las constantes preguntas.
A pesar de las turbulencias personales, la joven de 23 años se mantuvo en el Top 40, demostrando una notable fortaleza mental y resiliencia. Sus logros profesionales y los giros de su vida privada continúan generando un interés mediático similar, convirtiendo a Potapova en una de las figuras más comentadas dentro y fuera de la cancha.
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