Max Holloway se llevó algo más que el cinturón BMF en UFC 318. El excampeón hawaiano fue uno de los grandes nombres de la velada celebrada en Nueva Orleans, donde venció a Dustin Poirier en la que fue la última pelea del estadounidense antes del retiro.
Según estimaciones del entorno de UFC, Holloway habría ganado cerca de tres millones de dólares por participar en esta pelea. Aunque la compañía no revela de manera oficial cuánto cobra cada luchador, se conoce que Holloway forma parte del grupo élite dentro del roster, donde las bolsas oscilan entre el medio millón y los tres millones de dólares por combate.
La cifra incluye diversos factores como pago base, porcentaje por venta de entradas, bonos por rendimiento y, sobre todo, ingresos generados por el sistema de PPV (pago por evento), que representa una parte crucial de las ganancias en peleas estelares.
Esta recompensa económica refuerza el estatus de Holloway como una de las figuras más rentables y queridas por el público. Su capacidad para llenar estadios y atraer audiencias globales lo convierte en un activo clave para la UFC, especialmente en eventos de alto impacto como este, que marcó el adiós definitivo de “El Diamante” Poirier.
Con esta victoria, Max Holloway no solo dio un paso más en su legado como leyenda del octágono, sino que también se aseguró una bolsa a la altura de su nombre.
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