La velada de la UFC del pasado sábado en Las Vegas dejó una imagen que no pasó desapercibida. El combate coestelar entre Mateusz Rębecki y Chris Duncan fue un espectáculo de principio a fin, pero el rostro del polaco al término de la pelea se convirtió en el punto de atención.
Desde el primer campanazo, ambos luchadores se entregaron por completo en el octágono, sin reservar energías. Aunque Rębecki parecía más contundente al inicio, el escocés Chris Duncan encontró su ritmo y castigó a su rival de manera incesante, llevando la contienda a un punto de no retorno.
La brutal paliza sufrida por Rębecki se hizo evidente tras el segundo asalto. El polaco regresó a su esquina con un visible hematoma en el ojo derecho y un profundo corte en la frente y el costado de la nariz. A pesar de que los golpes le habían dejado la visibilidad de un ojo completamente comprometida, el médico le permitió continuar.
En un baño de sangre, Rębecki avanzó con mucho corazón para completar los últimos cinco minutos del combate, ganándose el aplauso de todos los presentes. A pesar de la derrota, el polaco y Duncan fueron galardonados con el bono de 50.000 dólares por protagonizar la Pelea de la Noche.
Visite nuestra sección de Deportes.
Mantente informado en nuestros canales de WhatsApp, Telegram y YouTube.
