Doce temporadas han transcurrido desde que los Yankees de Nueva York se subieron por última vez al autobús que conduce a una Serie Mundial de Grandes Ligas, la meta es clara este año aunque quizás no lo parezca; la sequía del equipo más ganador de todo el circuito, no puede continuar.
La falencia de los Mulos del Bronx, parece estar en ausencias puntuales; en posiciones donde el mejor recurso disponible no cumple las expectativas. Brian Cashman aseguró que irremediablemente va a desenfundar la chequera, ese mismo y codicioso elemento que tantas veces solventó inconvenientes al más puro estilo del viejo George.
La primera línea de trabajo para Los Bombarderos en la zafra que está por iniciar, era encontrar a un destacado shortstop, pero no a uno cualquiera; la tarea basaba sus proyecciones en un parador en corto élite. Los nombres de Corey Seager, Carlos Correa y Trevor Story estaban en la palestra. Listones muy elevados para una estructura que actuó tarde en buscar un reemplazo ideal para la impostergable era después del mítico Derek Jeter.
Los Yankees no se preocuparon, por el inminente futuro en la posición seis al verse muy cómodos y solventes con el ahora miembro de Cooperstown. Y resulta que han tenido que lidiar con una fuerte y molesta piedra en el zapato, en esa infructuosa búsqueda por un shortstop franquicia que les haga recordar las glorias del pasado.
Y no, lastimosamente para los neoyorquinos los Jeters no abundan por allí en cada campo de pelota; la persecución se agota en cada porvenir. Y vaya que lo han intentado, primero con Didi y con Gleyber por todos lados. Pero no hallan la fórmula, por más que se arriesgan; siempre obtienen el mismo resultado.
Sorpresa en las paradas cortas
Pero los Yankees, infieles a su opulenta costumbre; sorprendieron a propios y a extraños, con un movimiento que no habría predicho ni el famosísimo Walter Mercado. La gerencia de Manhattan trajo vía cambio desde los Mellizos de Minnesota, al ex ranchero Isiah Kiner-Falefa; y aunque la categoría no iguala por el momento a la de los agentes libres antes descritos, éste jugador aporta la versatilidad necesaria para moverlo de lugar; si las intenciones no se concretan.
La organización, amplia cuidadosa de lo que se dice, autorizó al mánager Aaron Boone para que declarara que el campocorto titular del equipo sería el colombiano Giovanni Urshela; decisión que cambió misteriosamente al ser canjeado junto al receptor Gary Sánchez hasta una de las ciudades gemelas.
La idea estaba planteada de forma precisa: salir de Gary Sánchez. Pero los Twins querían sacarle mayor jugo a la negociación, por lo que pidieron también al cafetero. Los Mulos, ni cortos; ni perezosos, accedieron. Trayendo además de Falefa, al veterano infielder Josh Donaldson y al careta Ben Rortvedt.
La jugada parece ser maestra, o al menos eso dicen en la gerencia que ahora comandan los sucesores de Steinbrenner. El programa era tomar a alguien que pudiera hacer el trabajo mientras los prospectos van ganando solidez: Anthony Volpe y Oswald Peraza, piezas proyectadas para entrar en real sintonía en el año 2023.
Aló, por favor con Anthony Rizzo.
La inicial, almohadilla sobre la cual se tenían dudas; ya está resuelta, quizás. La firma del portentoso Anthony Rizzo le brinda a la tropa de Boone, una seguridad que podría resultar intermitente. Aunque el club se sintió a gusto con el trabajo ofensivo y defensivo de Rizzo desde que se cambió la piel de Cachorro. La adición de Rizzo deja un buen sabor, sobre todo por un Luke Voit repleto de lesiones en 2021; siendo uno de los beisbolistas que más veces visitó el hospital.
Brian Cashman, el Gerente General; habría querido ganar la subasta por Freddie Freeman, pero aquel primera base prefirió volver a casa y se marchó a los Dodgers de Los Ángeles. Sin quererlo, los Mulos han obtenido un buen negocio, pues; tendrán que pagar apenas 32 millones de dólares en dos años para Anthony Rizzo, mientras que un hipotético pacto con Freeman habría supuesto un aumento significativo en la facturación a pagar.
Aún se busca un guardabosque
En la pradera central, otro de los lugares con mayor preocupación; parece que habrá un guardabosques ya conocido, sobre quien esperan que se recupere a plenitud y sin contratiempos: se trata de Aaron Hicks, un hombre que lastimosamente ha podido estar presente en apenas 145 juegos para los Bombarderos durante las últimas tres temporadas.
Las alarmas están encendidas en la posición ocho, por eso la venida del venezolano Ender Inciarte es fundamental; su amplia capacidad en los jardines para llegar a batazos difíciles y su trío de Guantes de Oro, representan un valioso recurso por si Hicks decide pasar algunos días en la medicatura.
Nuevos dolores de cabeza, ¿O no?
Las dudas, mostradas líneas arriba; se podrían quedar tal vez como tranquilas niñas de pecho si se les compara con la inmensa incertidumbre que pesa sobre la receptoría. Salir del dolor de cabeza que representaba para los Yankees el dominicano Gary Sánchez, generó un nuevo síntoma: ¿Qué hacer detrás del plato? ¿Quién se convertirá ahora en el receptor de todos los días?
Las opciones, son precisas; pero no apoteósicas. El estadounidense Kyle Higashioka, tercera generación japonesa de 31 años; parece ser el designado por la lógica. Pero resta evaluar a profundidad los recursos que ofrece el recién llegado Benjamín Thomas Rortvedt, joven de 25 calendarios y que apenas cursará su segunda campaña completa en el denominado mejor beisbol del mundo.
Por allá, en el horizonte; y aunque no serán sus labores cotidianas, surge la figura para enfundarse el peto, las chingalas y las caretas del propio Isiah Kiner-Falefa; quien dentro de su potencial carrera, acumula con solvencia el manejo de la mascota. Este es entonces otro digno ejemplo de las múltiples variantes que ofrece el jugador traído desde Minnesota. Una opción que Boone conoce muy bien, pero que espera no ejercer.
Chequera sabermétrica en Manhattan
El equipo apuesta sin dudas, por establecer una buena labor de inteligencia de cara a posibles cambios en el transcurrir de la campaña; el plan podría distar de la costumbre en Nueva York de ir tras lo más caro buscando fichas de alta jerarquía, pero lo elemental sucede con base en las estadísticas y los Yankees no suelen quedarse atrás cuando se trata de sabermetría.
La profundidad en el banquillo de los Mulos, indica que tendrán pocos inconvenientes. Tienen en la solvencia de Marwin González, un eslabón que suele estar como protagonista en los momentos justos; y aunque su contratación no ha sido con bombos o platillos, tiene las herramientas para quedarse en el equipo grande. El venezolano ya ha despachado incluso par de vuelacercas en pretemporada, y sus turnos oficiales aún no alcanzan las diez presentaciones.
Así lucirán los Mulos del Bronx…
Así las cosas, esta es la alineación promedio que se vislumbra para una de las nóminas más costosas en todo el circuito, además de una rotación no tan sólida como en años anteriores, pero que encabeza nada más y nada menos que el escopetero y ex-astronauta Gerrit Cole.
Line-up abridor:
1. Anthony Rizzo – 1B
2. Josh Donaldson – 3B
3. Aaron Judge – RF
4. Giancarlo Stanton – DH
5. Joey Gallo – LF
6. Gleyber Torres o DJ LeMahieu – 2B
7. Aaron Hicks – CF
8. Isiah Kiner-Falefa – SS
9. Kyle Higashioka – C
Los abridores de la rotación:
1. Gerrit Cole
2. Jordan Montgomery
3. Luis Severino
4. Jameson Taillon
5. Domingo Germán
Un poco de historia y algo más…
Los Yankees, nacidos en 1901 como Orioles de Baltimore – sí, leyó bien. Vinieron al mundo en Maryland-, cambiaron de aires en 1903 hasta la ciudad de Nueva York. Allí, en Manhattan; se hicieron llamar los Highlanders, pero 10 años más tarde la prensa les recomendó cambiar a un nombre más corto, por lo que haría su aparición el mote de Yankees.
La organización, se jacta de ser la franquicia más laureada en la historia del deporte profesional norteamericano, con un total de veintisiete títulos de la Serie Mundial, sumados a sus cuarenta banderines de la Liga Americana. Por tanto, es también 40; la misma cantidad de Series Mundiales en las que han participado.
Aunado a todo este gran botín para sus vitrinas, Los Yankees ostentan diecinueve conquistas de la División Este en el nuevo circuito. A su vez, cuarenta y cuatro jugadores de sus filas; han sido exaltados al Salón de la Fama del Béisbol.
Jugadores emblemáticos, que han construido y agrandado sin dudas las memoria de este maravilloso deporte; se uniformaron también para ser inmensas glorias en Yankees de Nueva York. Figuras históricas como Babe Ruth, Joe DiMaggio, Roger Maris, Mickey Mantle, Lou Gerhig, Yogi Berra, Whitey Ford, Reggie Jackson, Don Matingly, Mariano Rivera o Derek Jeter; forman parte fundamental del grandioso camino que han labrado los Mulos del Bronx.
La mundialmente famosa revista Forbes, clasificó a los Yankees de Nueva York en el primer lugar de su listado de las diez marcas de equipos deportivos más exitosas. A su vez, son los Bombarderos la entidad mejor valorada de todo el béisbol estadounidense.
Su gerente general, ha estado allí durante 24 años en el mismo cargo; siendo además uno de los gerentes que mayor tiempo ha pasado a cargo en Major League Baseball. Brian Cashman asumió el mandato en 1998, obteniendo para el club tan sólo cuatro Series Mundiales bajo su tutela; de todas las 27 coronas que posee la organización.
En Yankees de Nueva York, cualquier resultado distinto a la obtención de un trofeo, es un rotundo fracaso. Aquí no hay espacios para evaluaciones positivas, cuando el final de temporada llega sin una celebración. Todos lo saben, entonces; ¡Qué comience la acción!
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