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Chespirito: entre la gloria y el escándalo

Viernes, 27 de noviembre de 2015 a las 07:30 pm
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Redacción en el chisme / [email protected]

La obra de Roberto Gómez Bolaños es, sin duda, el punto más importante dentro de la comedia y la sátira de América Latina desde que alcanzó la fama, en los años setenta.

Comenzó en el medio como creativo publicitario, y gracias a su ingenio fue escalando posiciones, hasta que en 1950 era un respetado guionista de radio y televisión. Más tarde, colaboró en los parlamentos de películas de comedia del país azteca, y en 1960 se inició como actor en la cinta Dos Criados Malcriados.

Pero no fue sino hasta 1970 cuando comenzó el proyecto que lo llevaría a quedarse en la historia, cuando inventó el personaje El Chapulín Colorado, un retrato del superhéroe latino que en medio de las más locas situaciones pasa “roncha”, pero al final logra solucionar los problemas (aun- que cree muchos otros).

Sin embargo, fue con El Chavo del 8 que logró consagrarse como un “duro” de la televisión. En una vecindad se viven las situaciones más “haladas de los pelos” gracias a “El Chavo”, un huérfano que “sin querer queriendo” le hace la vida imposible a sus vecinos. Sus metidas de pata encantaron y siguen encan- tando a la audiencia.

A pesar de su popularidad, nunca se durmió en los laureles y siempre estuvo atento en asumir nuevas facetas y nuevas oportunidades de crecimiento, tanto así que en una entrevista confesó: “El valor no consiste en carecer de miedo, sino en superar el miedo”.

Pero, como no todo en la vida es bueno, el apogeo del trabajo, la popularidad mundial, la distancia del hogar y las tentaciones de la fama comenzaron a pasarle factura en su hogar. Su primera esposa -y madre de sus hijos- es Graciela Fernández, quien le echó la burra pa’l monte a Florinda Meza, al calificarla como una rompe hogar. “El problema con Graciela, mi primera esposa había sido la infidelidad y lo reconozco”, dijo el fallecido comediante en una entrevista realizada en 2012.

Tanto así que la prensa de aquella época calificó a Meza como “robamaridos” y a “Chespirito” como un “infeliz”, pero con el paso del tiempo la misma sociedad asimiló la vida en pareja de los actores. Después de 39 años de relación amorosa y profesional, ambos actores se lanzaron al agua en 2004.

A la tumba se fue molesto con Carlos Villagrán, quien interpretó a Quico, pues no solo registró el personaje y lo usa a su antojo, sino que también fue amante de Florinda Meza, con quien vivió muchos años de amores.

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2015-11-28