La Casa Real de Noruega confirmó este lunes 21 de abril que la reina Sonia, de 87 años, fue ingresada de urgencia tras presentar dificultades respiratorias durante sus vacaciones de Semana Santa en Sikkilsdalen. Según el comunicado, la monarca fue trasladada en ambulancia aérea desde la Cabaña del Príncipe hasta un centro médico, donde se le realizan pruebas para determinar la gravedad de su estado.
Este incidente ocurre en un contexto crítico para la familia real noruega, marcado por los problemas de salud del rey Harald V —quien fue operado del corazón en 2024— y los escándalos en torno a Marius Borg, hijo de la princesa Mette-Marit. Aunque las miradas estaban puestas en una posible abdicación del monarca, la hospitalización de Sonia ha desviado la atención hacia su frágil condición.
No es la primera vez que la reina enfrenta complicaciones médicas. En enero de 2025, fue hospitalizada por una fibrilación auricular durante un viaje de esquí, lo que derivó en la implantación de un marcapasos. En aquel momento, los médicos aseguraron que su estado "no era grave", pero la reincidencia de problemas cardíacos genera inquietud.
No es la primera vez que la reina enfrenta complicaciones médicas. En enero de 2025, fue hospitalizada por una fibrilación auricular durante un viaje de esquí, lo que derivó en la implantación de un marcapasos. En aquel momento, los médicos aseguraron que su estado "no era grave", pero la reincidencia de problemas cardíacos genera inquietud.
La preocupación ciudadana se ha traducido en mensajes de apoyo masivos, incluyendo declaraciones del primer ministro Jonas Gahr Støre: "Deseamos su recuperación para que pronto retome sus viajes y compromisos". Con la reina aún bajo observación, el futuro inmediato de la monarquía noruega parece incierto.
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