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El fotógrafo y missólogo Iván Dumont reveló secretos de lo que fue su paso por el Miss Venezuela en su cuenta en la red social Instagram, entre ellos los relacionados con los rumores de prostitución y proxenetismo que en los últimos años ha sido objeto de polémica dentro y fuera de la organización.
Aunque aseguró que nunca fue testido de algo indecente detrás de la conducción del concurso de belleza más importante del país, si señaló entre líneas que que dicha organización no es responsable de la vida personal de las participantes y menos de lo que pidan sus representantes.
"Sin querer ser abogado del diablo, me consta que lo primero que hacía Osmel al seleccionar el grupo de participantes era leerles la cartilla: ‘Niñas, cero fiestas, cero escándalos y si tienen novio quédense con ese novio hasta que pase el concurso, no se vuelvan locas", comentó.
Asimismo, afirmó que esto era de las puertas para adentro, debido que entre managers, maquilladores y diseñadores se tejían los "planes con sus protegidas".
"Era muy común ver cómo un asistente de maquillaje cambiaba su estilo de vida de la noche a la mañana. Lo mismo ocurría con algunas de las niñas. Vi a muchas llegar en autobús y al mes ya las traía un chofer, o sea, literalmente podría decir que esa miss ‘coronó"‘.
En este sentido, reveló que llegó a escuchar a un famoso maquillador decir, "también para esa niña era mucho más rentable salir del concurso con un pretendiente, ella está clara, ella sabe que después de pasar por aquí, no cobrará 300$, cobrará 3000$, de aquí sale pelando bolas la que quiera".
A juicio de Dumont, la falta de presupuesto fue el detonante "para que cada niña – a cuenta propia- buscara la vía para pagarse su paso por el certamen" eximiendo de responsabilidad a Sousa y celebrando que, gracias a su trabajo, se pudieron realizar las últimas ediciones del concurso, gracias estaba constantemente llamando o buscando a sus amigos "para que le ayudaran haciendo donaciones de telas, mano de obra y demás".