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No hubo un alma que no se contagiara de los ritmos que inundaron la terraza del Ccct, parte de la tarde y casi toda la noche del pasado sábado, cuando se dieron cita Francisco Pacheco y su pueblo, Manuel Guerra, Salserín, Jonathan Moly y los invitados de honor: el Gran Combo de Puerto Rico.
Entre escasos aplausos e innumerables críticas, Manuel Guerra hizo su presentación que estuvo caracterizada por recordar sus éxitos y el de otros grandes cantantes -como Héctor Lavoe- interpretados con algunos “gallos”; para luego darle el turno al bate a Salserín, agrupación que se la “comió” por incorporar en una misma tarima a Servando, Florentino, René, Renny, José Félix y el “Bebé salsero”, para entonar los grandes éxitos que popularizaron en los noventa.
Literalmente el público deliró, sobre todo las féminas, cuando los cantantes bailaron y dieron la vuelta que acostumbraban a realizar. Estos “duros” de la música se reunieron para pedir una “ayudaíta” para la única chica que formó parte del grupo, la trompetista Carolina a quien le fue diagnosticado cáncer en varias partes del cuerpo y, por ende, están solicitando colaboración económica.
Jonathan Moly, por su parte, retomó uno de los temas vocalizado por los ex Salserín, reconociendo que ya había sonado antes. Pocos temas pudo ofrecerle al público, que lo recibió y despidió entre aplausos.
A las 10:00 de la noche apareció el Gran Combo, para terminar de alborotar a los asistentes, que no se perdieron ni una estrofa de los grandes éxitos que los de Puerto Rico cantaron. Me liberé, Trampolín, Ojos chinos, Aguacero y Un verano en Nueva York fueron algunos de los temas que pudieron disfrutarse durante poco más de una hora; tiempo que pareció no ser suficiente para los presentes, que se fueron picados por no tener la “ñapa”; es decir, los boricuas no cantaron la “otra” que les pidieron.
2016-11-13