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Visiblemente afectada, Norkys Batista contó a través de sus redes sociales que suspendió todas sus actividades para asistir a la marcha convocada por la oposición, afirmando que se sintió conmovida al ver a los jóvenes "resteados y llenos de valor como caían ahogados, con la naríz sangrando".
"Siendo madre veía a cada joven la cara de mi hijo, me provocaba convertirme en un monstruo gigante y acabar con los represores", escribió.
Añadió que al volver a su casa "con lumbago, con ardor en los ojos, dolor en la naríz y los labios quemados" abrazó a su hijo y lloró de tristeza, razón por la que el pequeño le preguntó "por qué seguíamos aquí en Venezuela, por qué no nos íbamos a otro país" respondiéndole "porque aquí está mi vida, la gente me quiere, respeta y admira".
También dijo que sus padres y el resto de su familia se encuentran en Venezuela, ante la confusión de su hijo ella le dijo que ella se encargaría "de las preocupaciones" por lo que le pidió que se quedara tranquilo.
2017-04-06