Autoridades energéticas de Brasil proyectaron el miércoles un aumento de 8.500 megavatios de energía a lo largo del año, lo que permitirá suplir la demanda eléctrica de 2013, en momentos de preocupación por un potencial desabastecimiento causado por el bajo nivel de reservas hidroeléctricas.
El ministro de Minas y Energía, Edison Lobao, explicó que plantas térmicas distribuidas por todo el país fueron activadas desde octubre para suplir la merma en la generación de las plantas hidroeléctricas, que cubren 80% de la demanda.
"El país posee una reserva de energía firme, segura y capaz de atender la demanda. Tenemos una reserva 121.000 megavatios de energía, cuando hace 10 años teníamos 70.000. Tenemos 106.000 kilómetros de líneas de transmisión y el país entero está interconectado", dijo Lobao en conferencia de prensa, tras un encuentro mensual del Comité de Monitoreo del Sistema Eléctrico.
La cita se realizó en momentos de consternación porque la mayoría de las 22 plantas hidroeléctricas del país están con reservas más bajas de la última década por la falta de lluvias. Un eventual desabastecimiento eléctrico sería un golpe económico para el país, que tuvo un débil crecimiento proyectado en 1% en 2012.
Según el ministro, en 2012 se agregaron 3.500 megavatios a la generación eléctrica del país y en 2013 se esperan agregar por lo menos 8.500 megavatios, de los cuales entre 5.000 y 6.000 megavatios provendrán del inicio de operaciones de las primeras turbinas de la planta hidroeléctrica de Jirau, sobre el amazónico río Madeira, en el estado de Rondonia, fronterizo con Bolivia.
Por su parte, Hermes Chipp, presidente del Operador Nacional del Sistema Eléctrico (ONS), órgano estatal encargado de la administrar la red energética, dijo que las lluvias en la actual temporada de verano comenzaron tardíamente y la previsión es que en las próximas semanas habrá un aumento en el régimen pluvial, lo cual permitirá suplir las plantas hidroeléctricas.
Indicó que, en caso de un aumento de las reservas hidroeléctricas serán desactivadas las plantas térmicas, que en su mayoría funcionan con gas natural, y que aumentan el costo de la electricidad.
Brasil consume anualmente 90 millones de metros cúbicos de gas, de los cuales 45 millones son de producción nacional, 30 millones son importados de Bolivia y el resto viene de otras fuentes.
Según Chipp, en caso de que se intensifiquen las lluvias en las próximas semanas, las plantas térmicas serán desactivadas gradualmente, comenzando por las más costosas. De lo contrario, podría haber un incremento de entre 2% y 3% en el costo de la energía para el consumidor. /AP
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