El líder conservador Nikos Anastasiadis ha ganado hoy las elecciones presidenciales en Chipre, al obtener un 57,62 % de los votos, con la mitad del voto escrutado, según informó el ministerio del Interior.
Su rival, el aspirante por el partido comunista AKEL, Stavros Malás, alcanzó en esta segunda vuelta electoral un 42,38 %.
La participación en esta segunda vuelta fue del 80,71 %, frente al 83,1 % de la primera ronda, celebrada el pasado 17 de febrero, y el 89,6 % en 2008, informó el Ministerio del Interior.
Nada más conocerse los sondeos a pie de urna, varios centenares de personas congregados en el exterior de la sede del partido conservador DISY festejaron el resultado que, de confirmarse, convertirá a Anastasiadis en el octavo presidente de Chipre.
El candidato conservador jurará el cargo ante el Parlamento el próximo 1 de marzo.
La campaña de Anastasiadis ha estado marcada por el acento económico y el convencimiento de que Chipre no puede solucionar por sí sola la crisis económica que sufre, una de las mayores de su historia.
"Lo que es obligatorio ahora es la máxima unidad posible, el compromiso de todos para enfrentar desde el próximo lunes las grandes y críticas cuestiones que tenemos por delante", declaró Anastasiadis al depositar hoy su voto.
El líder conservador, de 66 años, prometió que una vez firmado el memorándum con la "troika", lo cumpliría al pie de la letra, con el objeto de ser un socio fiable y devolver credibilidad al país.
No obstante, dejó margen para negociar algunos puntos de ese programa de ajuste, que la "troika" formada por el Banco Central Europea, la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional pone como condición a todo rescate.
Durante la campaña contó con el respaldo explícito del Partido Popular Europeo, que en enero se reunió ex profeso en Limassol para dar un espaldarazo al candidato conservador.
En junio de 2012, Chipre se convirtió en el quinto país de la zona euro en solicitar ayuda financiera a la "troika", y tras cerrar en noviembre un principio de acuerdo por un total de unos 17.500 millones de euros, está pendiente de materializarlo.
Unos 10.000 millones de euros de la ayuda se destinarían al rescate del sector financiero de Chipre, que salió maltrecho de la quita griega, al estar muy expuesto a la deuda helena. EFE