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Continúan las protestas en Bulgaria contra la política y los altos precios

Sabado, 23 de febrero de 2013 a las 07:30 pm
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Bulgaria, el país más pobre de la Unión Europea (UE), vivió hoy una nueva ola de protestas ciudadanas contra el sistema político y contra las empresas extranjeras que controlan el sector eléctrico.


Más de 150.000 personas se manifestaron en una treintena de localidades, la mayoría en la capital, Sofía, y en la ciudad costera de Varna, con 40.000 y 50.000 personas respectivamente, informaron el canal privado TV7 y la agencia Mediapool.

El fuerte descontento popular, que provocó esta semana la dimisión del gobierno del populista Boiko Borisov, se dirige sobre todo contra tres operadores eléctricos (dos checos y un austríaco) que subieron drásticamente sus tarifas en los últimos meses.

Pero las protestas, que comenzaron hace dos semanas, son también un reflejo del enorme malestar ciudadano con la política de austeridad, el bajo poder adquisitivo y la ineficacia de la clase política de Bulgaria, el país más pobre de la Unión Europea (UE).

Reclaman que el Parlamento o el presidente, Rosen Plevneliev, declaren una moratoria del pago para las últimas facturas de luz, que en muchos hogares consumen el ingreso disponible.

Con un salario mínimo de unos 150 euros mensuales y una pensión mínima de apenas 75 euros, la factura de luz media alcanza los 100 euros mensuales tras las recientes subidas.

Svetlana, una de las manifestante que salió hoy a las calles de Sofía, contó a Efe que está obligada a dar un tercio de sus ingresos a su madre, que tiene una pensión de apenas 80 euros mensuales.

"Mi madre vive sola en un apartamento de dos habitaciones y solo ocupa una de ellas para reducir los gastos", cuenta.

Vesela, una costurera de 40 años de edad, que gana 175 euros trabajando seis días a la semana, dice que ya no sabe "cómo sobrevivir", sobre todo en invierno, y destaca que las empresas eléctricas "roban" a los clientes en Bulgaria.

Ante ese sentimiento popular, los manifestantes exigieron la nacionalización de las tres empresas eléctricas extranjeras y la formación de un gobierno de crisis, la convocatoria de una Asamblea constituyente y una mayor participación ciudadana en el ejecutivo y los órganos reguladores.

Además, los manifestantes, convocados a través de las redes sociales en Internet, rechazan cualquier participación de partidos políticos en su movimiento y piden que se suprima el principio de inmunidad parlamentaria.

En Plovdiv, la segunda ciudad del país, unos manifestantes quemaron una copia de la Constitución búlgara "por haber servido solo para los ricos y a los oligarcas", según informó una televisión local.

El propio Plevneliev intentó hoy hablar con los manifestantes en Sofía, cerca del Parlamento, aunque fue abucheado.

"Gracias a todos por vuestra posición activa de ciudadanos. Y por mostrarla de forma democrática", manifestó el presidente búlgaro, citado por la prensa local.

"Os invito la semana que viene a la Presidencia para trabajar juntos sobre los asuntos importantes del Estado", agregó antes de perderse su voz entre aclamaciones de "mafia" y "¡fuera!".

Todas las manifestaciones transcurrieron hoy de forma pacífica, con bloqueos del tráfico en el centro de las principales ciudades.

Plevneliev prevé convocar un gobierno tecnócrata interino y elecciones generales anticipadas a finales de abril o principios de mayo, al considerar "agotado" el Parlamento actual.

Se espera que el jefe del Estado disuelva el Legislativo a mediados de la semana que viene, ya que ninguno de los partidos políticos quiere aceptar su encargo de formar un nuevo ejecutivo.

El gobierno de Borisov, un exguardaespaldas y karateca, logró el año pasado reducir el déficit presupuestario hasta el 0,5 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB).

Eso fue elogiado por la UE, aunque esta política de austeridad empeoró más todavía las ya difíciles condiciones de vida de los búlgaros, un 20 por ciento de los cuales vive bajo el umbral de la pobreza, calculado con unos ingresos de apenas 120 euros mensuales. EFE