Las necesidades específicas de las mujeres y niñas que viven entre rejas deben ser reconocidas, en especial las referidas a su protección, privacidad y acceso a la sanidad, dijo hoy el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), en víspera del Día Internacional de la Mujer.
"En todo el mundo, las mujeres y niñas que viven encarceladas suelen afrontar dificultades específicas. Incluso sus familiares y comunidades fuera de las cárceles sienten las consecuencias de la desatención de estas necesidades", señaló la institución.
En este sentido, recalcó que las mujeres no sólo tienen derecho a recibir la misma protección que los hombres, sino a recibir un trato especial debido a sus requerimientos sociales, culturales y fisiológicos, así como a que en ocasiones están acompañadas por sus hijos o estar embarazadas.
"Deben ser tratadas también con especial atención por los roles y las responsabilidades que les corresponden por ser mujeres", dijo Catherine Deman, encargada de las actividades del CICR en favor de las personas detenidas.
Sin embargo, lo que los delegados de la Cruz Roja ven en cárceles de todo el mundo indica lo contrario.
"Por lo general, las cárceles son dirigidas por hombres y para hombres, y rara vez se presta la debida consideración a las mujeres", comentó Deman.
Por otro lado, el CICR criticó que debido a la escasez de cárceles para mujeres, éstas sean colocadas en zonas alejadas de sus lugares de origen y del apoyo vital de sus parientes y amigos.
Deman insistió en que siempre se debe buscar una alternativa a la detención, pero si finalmente un mujer acaba entre rejas, "las autoridades carcelarias tienen la responsabilidad de garantizar que se las trate con dignidad y que se las aloje en condiciones adecuadas en todas las etapas de la detención".
En todo el mundo, el CICR visita por año a medio millón de detenidos con el objetivo de evitar o poner término a torturas, ejecuciones sumarias, desapariciones y otros malos tratos, y, en general, mejorar las condiciones de detención. EFE