El jefe del equipo negociador del gobierno colombiano en el proceso de paz con las FARC, Humberto de la Calle, advirtió hoy que el presidente Juan Manuel Santos no se dejará presionar por ese grupo guerrillero mediante el secuestro de miembros de la fuerza pública.
De la Calle se refirió al secuestro de dos policías, ocurrido el viernes pasado en el departamento de Valle del Cauca (suroeste), en una acción atribuida por las autoridades a miembros del sexto frente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
"Si las FARC no le ponen la cara a sus víctimas, este proceso no tiene ninguna posibilidad y la señal que están mandando con este secuestro es todo lo contrario a lo que deberían estar haciendo", dijo De la Calle en una breve declaración antes de viajar con sus compañeros a La Habana, la sede de las conversaciones de paz.
"A las cosas hay que llamarlas por su nombre: un secuestro es un secuestro, no importa quién sea la víctima (…) Las FARC tendrán que responder por este hecho, como por todos los miles de secuestros que han cometido. Se equivocan radicalmente si piensan que con acciones de este tipo obligarán al gobierno a un cese del fuego bilateral. Eso sólo ocurrirá si se firma un acuerdo de paz", advirtió.
El grupo armado no se ha atribuido el secuestro de los policías, pero un pronunciamiento hecho por su equipo negociador en la capital cubana señaló este martes que seguirán las retenciones de miembros de la fuerza pública, a quienes denomina "prisioneros de guerra" y no secuestrados.
"Ellos se llaman prisioneros de guerra, y este fenómeno se da en cualquier conflicto que haya en el mundo", expresaron las FARC, tras reiterar su compromiso de no volver a secuestrar a civiles con fines económicos.
"Seguimos abogando por la humanización del conflicto y la suscripción de un tratado de regularización de la guerra", agregaron las FARC en la última parte de su pronunciamiento publicado en Internet.
De la Calle dijo al respecto que el objetivo de las conversaciones en La Habana es llegar a un acuerdo para finalizar el conflicto armado y no para regularlo o humanizarlo.
"No vamos a entrar en conversaciones para regularizar el conflicto, que no es otra cosa que su vieja pretensión de institucionalizarlo y prolongarlo indefinidamente. Vamos a La Habana a terminar el conflicto y si no es así que (las FARC) lo digan de una vez para no perder el tiempo", expresó De la Calle.
Poco antes, el vicepresidente colombiano, Angelino Garzón, había afirmado que el grupo guerrillero "desafía" el proceso de paz al afirmar que seguirá secuestrando a miembros de la fuerza pública.
Asimismo, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, rechazó el pronunciamiento del grupo ilegal y dijo que "sólo los infames justifican sus crímenes" al recordar que el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos establece que "la retención de un miembro de la Fuerza Pública o de cualquier colombiano, es un vil secuestro".
"Cada vez más se confirma que la lógica de las FARC es una lógica cobarde en donde la mentira y hacer cosas contra la población civil y la infraestructura que beneficia a los más pobres es su estilo", agregó Pinzón.
La postura del grupo guerrillero se conoció pocos días después de que la Policía Nacional informara del secuestro de dos agentes en Valle del Cauca, que fueron retenidos el viernes cuando investigaban en zona rural de la ciudad de Palmira denuncias por extorsiones de grupos armados.
El comandante de la Policía Nacional en Valle del Cauca, coronel Nelson Ramírez, acusó del secuestro al sexto frente de las FARC y pidió que la vida de los uniformados sea respetada.
Las FARC alcanzaron a tener secuestrados a cerca de 400 militares y policías a finales de los años 90. Algunos uniformados fueron canjeados por guerrilleros presos, mientras que otros fueron rescatados en operaciones de comandos especiales o huyeron de sus captores.
Los últimos diez rehenes de la fuerza pública fueron liberados por las FARC en abril del año pasado y desde entonces solo hasta ahora se vuelve a conocer un caso de secuestro tras lo ocurrido a los policías en Valle del Cauca./DPA
(KC)