El ex máximo jefe de Sendero Luminoso Óscar Ramírez Durand, "Feliciano", pidió perdón al Perú por crímenes cometidos por esa agrupación ultraizquierdista armada.
"Se debe voltear la página y darse una reconciliación, sin que signifique arrodillarse", dijo durante un juicio Ramírez Durand, quien paga desde 1999 una condena de 24 años de cárcel.
"Feliciano" hizo el breve comentario durante el juicio en el que se le llamó como testigo para comentar los presuntos vínculos de su sucesor al frente de Sendero, Eleuterio Flores Hala, "Artemio", con el tráfico de drogas.
Ramírez Durand dijo no estar en capacidad de confirmar tales nexos, pero señaló que sí vio personalmente a "Artemio" entregarle grandes sumas de dinero al fundador y primer jefe del grupo maoísta fundamentalista, Abimael Guzmán.
"Feliciano" asumió el mando de Sendero después de que los números uno y dos, Guzmán y Elena Iparraguirre, fueran capturados en una misma operación policial en 1992. Siete años más tarde, fue él quien cayó en manos de la Justicia. Flores Hala tuvo el mando hasta que fue atrapado a su vez el año pasado.
Desde que fue capturado, Ramírez Durand, de 60 años, hijo de un general del Ejército y primo del ex poderoso asesor presidencial Vladimiro Montesinos, ha mostrado cierto arrepentimiento y ha criticado las acciones de Sendero, por lo cual está enemistado tanto con Guzmán como con Flores Hala.
El Sendero original está práctictamente extinguido como una organización militar, aunque una columna surgida de su seno pero que ahora reniega de los principios originales, comandada por Víctor Quispe Palomino, se mantiene muy activa en la selva, concretamente en el valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro./DPA