El designado arzobispo de Buenos Aires, monseñor Mario Poli, afirmó este jueves que entre los argentinos "falta diálogo", pero dijo que la Iglesia puede "hacer un aporte" para modificar esta situación.
"Falta diálogo a los argentinos, falta diálogo en serio. En eso podemos hacer el aporte, porque la Iglesia tiene mucha sabiduría sobre el diálogo", dijo Poli antes de oficiar un misa en una prisión para jóvenes en la ciudad de Santa Rosa, en la provincia de La Pampa, ubicada a unos 620 kilómetros al sudoeste de Buenos Aires.
La Santa Sede confirmó hoy oficialmente que monseñor Poli será el sucesor del cardenal Jorge Bergoglio en la Arquidiócesis de Buenos Aires.
La designación del obispo había sido difundida este miércoles, en forma anticipada, por el gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, lo que motivó una entredicho con la Nunciatura.
El nombramiento de Poli representó el primero que realiza el papa Francisco desde que se encuentra al frente de la Iglesia católica.
El nuevo arzobispo de Buenos Aires, en tanto, dijo que procurará tener una relación de "respeto y colaboración" con la presidenta Kirchner.
Sin embargo, aclaró que el vínculo se planteará "también con la debida distancia y diferencia, porque somos dos cosas distintas", agregó.
"La cercanía con la gente también nos hace pensar y podemos decir cosas", sostuvo Poli, que ocupará a partir del próximo 20 de abril el cargo que dejó vacante el nuevo papa.
Poli también desestimó las aseveraciones realizadas por algunos dirigentes políticos y periodistas de Argentina acerca de la presunta colaboración del papa Francisco con la dictadura militar que gobernó el país entre 1976 y 1983.
"Hay gente que no acepta la virtud de la justicia, porque el actual papa tuvo que comparecer en un juicio y fue exonerado. No tuvo nada que ver con eso", sostuvo. /DPA