El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, responsabilizó este sábado a los secuestradores islamistas por el derramamiento de sangre en la planta de gas en el desierto argelino.
"La culpa de esta tragedia la tienen los terroristas que la causaron", dice un comunicado por escrito de Obama, en la víspera de la asunción de su segundo mandato presidencial.
Estados Unidos condena con dureza las acciones de los atacantes, añade.
Tropas argelinas pusieron fin este sábado a la toma de rehenes. La acción militar dejó 55 muertos, entre ellos 23 rehenes, indicó el Ministerio del Interior argelino.
Obama ofreció a Argelia todo el respaldo que necesite tras el hecho. Además aseguró que Estados Unidos continuará trabajando estrechamente con sus socios, para combatir el "flagelo del terrorismo" en la región.
El ataque contra el campo de gas volvió a recordar la amenaza que constituyen la red Al Qaida y otros extremistas violentos. Obama anunció que seguirá en estrecho contacto con el gobierno argelino para conseguir más informaciones sobre los acontecimientos ocurridos en el campo de gas.
El objetivo es una colaboración, "para evitar tragedias como ésta en el futuro". /DPA
(MM)