La propuesta de un acuerdo que regirá la importación de tomates frescos desde México reforzará la aplicación de las disposiciones contra el comercio desleal y ajustará los precios mínimos al mayoreo, dijo el Departamento de Comercio.
El acuerdo con el sector tomatero mexicano podría suspender una investigación emprendida tras la queja que presentaron productores de Florida de que sus colegas mexicanos vendían tomates frescos abajo de los costos de producción.
La propuesta reemplazaría un pacto que ha estado en vigencia 16 años. El Departamento de Comercio presentó el sábado el proyecto del acuerdo para que los interesados formulen sus observaciones al respecto.
El secretario de Agricultura, Tom Vilsack, dijo que el acuerdo permitiría al sector tomatero nacional "competir en igualdad de condiciones".
Los productores estadounidenses han expresado su respaldo provisional a la propuesta. Edward Beckman, presidente de Certified Greenhouse Farmers (Agricultores de Invernaderos Certificados), dijo que el nuevo acuerdo debe abarcar los precios y las coberturas, y velar por la aplicación de las leyes comerciales.
"Creemos que el acuerdo que concertaron el Departamento de Comercio y México satisface esos tres puntos de prueba, y esperamos y confiamos en que podamos competir en condiciones comerciales justas", dijo Beckman en un comunicado difundido el domingo.
"Falta mucho por hacer para lograr la aplicación total y rigurosa del acuerdo; la vigilancia constante y la aplicación (de sus preceptos) serán cruciales", agregó.
Florida produce gran parte del abastecimiento de tomates en la temporada de invierno en Estados Unidos. Los productores locales habían solicitado al Departamento de Comercio que pusiera fin al acuerdo comercial para la importación de tomates frescos.
Los agricultores de Florida aseguraban que sus contrapartes de México vendían sus tomates en Estados Unidos abajo de los costos de producción, con la consecuente baja de precios y pérdida de empleos.
La denuncia que presentaron los cultivadores tuvo el apoyo de representantes de los trabajadores agrícolas.
Se desconoce las consecuencias del acuerdo sobre los consumidores, aunque una asociación comercial con sede en Arizona, que financió un estudio de precios, advirtió que si se retiraran los tomates mexicanos del mercado estadounidense, los precios de los tomates de invernadero se dispararían al doble, de 2,50 dólares a casi cinco dólares la libra (450 gramos).
El secretario de Economía mexicano, Ildefonso Guajardo, se mostró contento sobre la propuesta del acuerdo. "Felicidades a los productores mexicanos de tomate por el acuerdo alcanzado y la suspensión de la investigación antidumping por el Gob de EUA", escribió Guajardo en su cuenta de Twitter.
Los tomates frescos y procesados producidos en Estados Unidos representan más de 2.000 millones de dólares en ventas. El comercio tomatero mexicano con Estados Unidos superó los 1.800 millones de dólares en 2011. /AP
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