La presencia masiva de periodistas en las montañas del suroeste de Colombia frustró hoy la liberación de dos policías y un soldado que las FARC iban a entregar entre este jueves y el sábado a una misión humanitaria.
Los integrantes de la misión, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y la ONG Colombianas y Colombianos por la Paz (CCP), partieron por la mañana desde la ciudad de Cali pero entrada la tarde informaron que la guerrilla se negó a seguir adelante con las liberaciones en medio de tanta atención mediática.
La exsenadora y líder de CCP, Piedad Córdoba, regresó desde el punto donde fue citada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) al lugar donde aguardaban los periodistas, pero lo hizo sin los liberados, y allí anunció la suspensión del proceso y recriminó a los medios por ello.
Mientras explicaba la situación a los periodistas presentes, Córdoba envió un mensaje por twitter en el que dio las razones: "Presencia de medios obstaculiza misión humanitaria. Las FARC deciden aplazar la entrega de policías".
El primer tropiezo tuvo lugar cuando los dos vehículos del CICR que transportaban a la misión desde Cali fueron seguidos por informadores y llegaron a un punto en el que había más prensa concentrada.
Entonces Córdoba y los delegados del CICR pidieron a los informadores prudencia y discreción, al advertirles que su presencia en las inmediaciones del punto de la entrega pondría en riesgo la operación, y de que por el momento ya la iba a retrasar al menos "tres horas".
La versión del CICR suscribió la de Córdoba, pues según dijo el delegado del organismo humanitario en Colombia, Jordi Raich, se trató de una operación "un poco especial porque se daba en un lugar de relativo fácil acceso", entre los departamentos del Valle del Cauca y el Cauca y a una distancia relativa de la ciudad de Cali.
Precisamente y por coincidencia, esta semana visitó Colombia por primera vez el presidente del CICR, el suizo Peter Maurer, quien en una rueda de prensa junto a Raich reivindicó la confidencialidad que debe rodear estos procesos y expresó el compromiso del organismo con las necesidades humanitarias del país andino.
La suspensión de esta primera fase de las liberaciones, en las que se presume iban a ser entregados los policías Cristian Camilo Yate y Víctor Alfonso González, podría posponer también la libertad del soldado Josué Meneses, prevista para este sábado.
Los policías fueron secuestrados el pasado 25 de enero cuando investigaban los casos de extorsión entre las localidades de Pradera y Florida, mientras que el militar fue hecho cautivo seis días más tarde en un combate en Policarpa, en el departamento de Nariño, también en el suroeste y en la frontera con Ecuador.
Según Raich, la comisión humanitaria se reunirá en los próximos días para establecer cuándo reanudarán las operaciones, aunque Telesur advirtió que la liberación quedó aplazada para mañana.
Esta noticia sumió a Colombia en la decepción, incluido al presidente, Juan Manuel Santos, quien tildó de "inaceptable que las FARC no hayan liberado hoy a los dos policías".
"Nadie entiende que por la presencia de algunos medios de comunicación, que no está además bajo el control del Gobierno, priven o sigan privando de la libertad a estos policías. Yo les exijo a las FARC que los liberen pronto, ya", manifestó el jefe del Estado.
Mientras tanto, los familiares de los rehenes, que viajaron ayer desde sus ciudades de residencia a Bogotá para recibir a los uniformados, manifestaron su impotencia.
"Tenemos un poco de rabia", reconoció a Efe Diego Yate, tío de Cristian Camilo, quien se resignó a "esperar con paciencia".
El CICR y el grupo de Córdoba han participado desde 2007 en la liberación de 32 secuestrados por las FARC, en ocasiones con la ayuda logística de Brasil.
Sólo en sonadas excepciones la prensa ha jugado un papel de testigo.
Una de ellas fue en junio del año pasado, cuando la guerrilla invitó a los comunicadores al acto de liberación del periodista francés Roméo Langlois en una remota aldea del sur de Colombia. EFE