Los representantes de 195 países se reúnen en la cumbre del Clima de París entre el 30 de noviembre y el 11 de diciembre. En este encuentro se debatirá el primer acuerdo para frenar el cambio climático.
¿Qué es la Cumbre del Clima de París?
La Cumbre de París es la vigésimo primera reunión anual de los países que quieren tomar medidas en contra del cambio climático. Se celebará Le Bourget, cerca de París, entre el 30 de noviembre y el 11 de diciembre con un gran despliegue de seguridad.
¿Cuál es el principal objetivo?
El objetivo es llegar a un acuerdo global, basado en medidas concretas, que mantenga el calentamiento global por debajo de los 2 grados de aquí a final del siglo XXI.
También se diseñarán los mecanismos para evaluar la progresión de esas medidas y para reajustarlas en caso de que no funcionen que se alcance el objetivo.
Lo acordado en este sentido en la cita es especialmente relevante porque están involucrados la mayoría de los países, que llegan con objetivos concretos a alcanzar y con voluntad activa de llegar a acuerdos.
¿Por qué precisamente 2 grados?
La cifra de 2 grados no es aleatoria. “La Tierra no puede calentarse más allá de los dos grados de media en 2100. En caso contrario sería absolutamente inmanejable”, ha dicho la responsable de cambio climático de la ONU Christiana Figueres.
Una variación superior a esa tendrá serias consecuencias, como, por ejemplo, un aumento en los eventos climáticos extremos.
¿Qué obstáculos hay?
A pesar de la buena disposición general, no será fácil llegar a un acuerdo definitivo. En toda negociación se cruzan intereses, y eso puede hacer peligrar el objetivo común.
Por ejemplo, estas medidas podrían suponer que aumente el precio de los carburante, que los países cuyas industrias están basadas en los combustibles fósiles se desarrollen más lentamente, o que disminuya el negocio para aquellos que viven de la exportación de combustibles.
Además existe cierta controversia sobre la financiación para proyectos de mitigación de los efectos del cambio climático en los países más vulnerables y sobre si hay que diferenciar entre países ricos y pobres a la hora de exigir responsabilidades.
¿Qué pasa con el protocolo de Kioto?
El acuerdo que se alcance en París sustituirá al protocolo de Kioto, que solo incluía a un grupo de países industrializados que representan el 11% de las emisiones. El nuevo acuerdo recogería compromisos para todos los países y cubriría prácticamente el 100% de las emisiones de gases con efecto invernadero.
El tratado, además, no impondrá metas individuales de reducción de CO2. Cada país voluntariamente presentará compromisos de reducción de emisiones, de hecho, más de 170 lo han hecho. Entre ellos figuran todas las principales potencias económicas del mundo.
¿Por qué tanto optimismo?
La presión ciudadana a los políticos para que se preocupen por el medio ambiente ha provocado que se empiecen a tomar medidas en este sentido. Además, 200 multinacionales han pedido a los estados participantes que pongan precio al carbono, y el papa Francisco ha dedicado una encíclica al cambio climático, considerando “una cuestión moral” luchar contra él.
Por otro lado, un actor tan importante como Estados Unidos ha cambiado su postura y Barack Obama ha asumido un papel líder en la lucha contra el cambio climático. Como ejemplo, en noviembre de 2014, Estados Unidos y China anunciaron su compromiso a reducir sus emisiones con efecto invernadero un 28% para 2025 y a dejar de aumentarlas cinco años después.
¿Qué es necesario para alcanzar el acuerdo?
Las negociaciones se han centrado en tres aspectos:
Que los países presenten sus propuestas y contribuciones antes de la propia Cumbre como demostración de su implicación en este compromiso.
Que se ayude a las economías en desarrollo y se contribuya a la transición hacia modelos productivos bajos en emisiones de aquí a 2020.
Que la sociedad civil y los organismos no gubernamentales, incluidas las empresas, se involucren en estos objetivos para que en 2020 todos los actores empujen en la misma dirección.
¿Será vinculante el protocolo de París?
Este puede ser uno de los puntos más complicados en la cumbre de París. Mientras que la UE apuesta por un protocolo con apartados vinculantes, la Administración de Barack Obama podría tener problemas, como ya ocurrió con Kioto, para ratificar un protocolo legalmente vinculante.
Por otro lado, la UE ha renunciado ya a que se incluyan sanciones, al considerarlo un elemento que puede disuadir a algunos países a la hora de firmar el acuerdo.
¿Será el fin de los combustibles fósiles?
Se espera que la Cumbre de París sea un punto de partida para despedirnos de los combustibles fósiles para siempre, que se acuerde una fecha para que las emisiones mundiales por quema de combustibles toquen techo, que se reduzcan en 2050 y que terminen en 2100.
¿Son suficientes los esfuerzos presentados?
No. Según las estimaciones realizadas por la ONU, al extrapolar los compromisos voluntarios de los Estados, el resultado es que la temperatura a final de siglo subirá como mínimo 2,7 grados.
Es más, la previsión es que hasta 2030 las emisiones sigan creciendo, aunque a un ritmo menor que en las últimas décadas. Algunas potencias, como la UE, proponen que los compromisos individuales se vayan revisando al alza cada cinco años para ir acercándose a la meta de los dos grados.
2015-11-30