"No queríamos seguir fingiendo que somos sus abogados, ponemos a los magistrados ante sus contradicciones", explicó a la AFP Sanjay Mirabeau, uno de los tres defensores de "Carlos" designados de oficio el primer día del juicio, el 13 de mayo.
"He prohibido a mis abogados que vengan a defenderme", declaró Carlos en francés al iniciarse el proceso poco antes de las 09H00 GMT en el tribunal especial de apelación de París.
Ni los dos defensores franceses de Carlos, Isabelle Coutant-Peyre y Francis Vuillemin, ni los abogados extranjeros que deseaban defenderlo estaban en el tribunal.
"No es contra el tribunal […] no tengo ninguna intención de sabotear el proceso", explicó Carlos, que califica de "sabotaje" la negativa de las autoridades venezolanas de asumir los gastos de su defensa en este juicio, previsto hasta el 26 de junio.
Por ello, pidió que fueran designados abogados de oficio para representarlo y que el proceso pudiera realizarse.
Esos abogados "no conocerán el legajo, pero yo lo conozco. Esto debilitará un poco la defensa, pero nos las arreglaremos", aseguró.
Tres jóvenes abogados fueron designados de oficio para defender al acusado de 64 años y tuvieron que examinar con urgencia los 82 tomos constituidos para el proceso.
Los abogados renunciaron este martes por estimar que dadas las condiciones no estaban capacitados para realizar una defensa pertinente de Carlos, indicó Mirabeau.
En dos ocasiones les fue denegado un aplazamiento del proceso de una a dos semanas para estudiar el dosier.
"Estamos aquí para aportar la contradicción, se nos niega. Esto es contrario a la deontología del abogado, del magistrado, al código penal, a la República", argumentó Mirabeau.
"Ni siquiera podemos tener una copia en papel del dosier, para la que nos presentaron un presupuesto de 12.000 euros", se indignó.
Tras conocer la decisión de sus abogados, Carlos comunicó a su vez que no desea seguir asistiendo al proceso y fue conducido fuera de la audiencia, precisó el letrado.
Los debates prosiguieron de esta forma parte de la tarde.
El código penal prevé que un proceso popular se puede seguir celebrando en ausencia del acusado, si es por voluntad propia.
Carlos es juzgado en apelación por cuatro atentados que causaron once muertos y cerca de 150 heridos en Francia hace 30 años, entre marzo de 1982 y diciembre de 1983 en Francia. Estos hechos le costaron una condena a cadena perpetua en primera instancia en diciembre de 2011. /AFP