EFE
Amnistía Internacional (AI) acusó hoy al Gobierno sirio de múltiples crímenes de guerra y la muerte de casi 200 civiles como consecuencia del cerco al área de Yamourk, en las afueras de Damasco.
En el informe "Exprimiendo la vida de Yarmouk: crímenes de guerra contra civiles asediados", publicado por el tercer aniversario el 15 de marzo de la revuelta popular en Siria, la organización documenta el sufrimiento de civiles sirios y palestinos en esta zona, que ha aumentado desde el estrechamiento del cerco en julio de 2013.
Casi 200 personas, sobre todo mujeres y niños, han muerto por falta de acceso a comida y equipamiento médico, de las cuales al menos 128 han muerto de inanición.
"La vida en Yarmouk se ha convertido en insoportable para los desesperados civiles que se encuentran hambrientos y atrapados en un ciclo de sufrimiento sin posibilidad de escapar", afirma el director del programa de Amnistía para Oriente Medio y el Norte de África, Philip Luther.
El informe denuncia que las fuerzas del presidente Bachar al Asad y sus aliados han efectuado ataques contra escuelas, hospitales y una mezquita, a menudo refugio de personas desplazadas por el conflicto, y también han atacado a personal médico.
"Lanzar ataques indiscriminados a áreas civiles causando la muerte y heridas es un crimen de guerra. Atacar repetidamente una zona densamente poblada, sin escapatoria para los civiles, demuestra una actitud despiadada y una cruel falta de respeto de los principios más básicos de la legislación humanitaria internacional", afirmó el portavoz de AI.
Según la organización de defensa de los derechos, al menos un 60 % de los residentes en Yarmouk sufre de malnutrición, pues no han comido fruta o verdura en varios meses y recurren a la carne de perros y gatos para subsistir.
"Las fuerzas sirias cometen crímenes de guerra al usar la inanición de los civiles como arma de guerra", dijo Luther, que recordó que el campo de refugiados de Yarmouk no tiene electricidad desde abril de 2013.
La escasa ayuda humanitaria de la ONU que ha podido llegar este año es insuficiente y "las muertes se acumulan en Yarmouk", sostiene Luther, que explica que las mujeres están muriendo al dar a luz y 18 niños y bebés han fallecido.
Los hospitales, prosigue AI, están bajo mínimos -con informaciones de que las milicias rebeldes han robado equipamiento y ambulancias- y al menos doce doctores han sido detenidos durante el asedio.
Seis han desaparecido tras su captura y se cree que al menos uno ha muerto por torturas, señala la organización.
"Atacar a doctores o personal médico que intenta atender a los enfermos y heridos es un crimen de guerra", declaró Luther, quien pidió a todas las partes del conflicto que "dejen de atacar" al personal médico y humanitario.
AI también pide la liberación de las personas detenidas desde el cerco iniciado en abril de 2011 por sus ideas políticas, de las que se calcula que quedan 80 bajo custodia de 150 capturadas inicialmente.
"El sitio de Yarmouk representa un castigo colectivo a la población civil, que no se merece el sufrimiento que tiene que soportar. El Gobierno sirio debe poner fin de inmediato a este cerco y permitir la entrada de las agencias humanitarias para que atiendan a los civiles", incidió Luther.
El portavoz señaló que hay otras áreas civiles asediadas en Siria tanto por las fuerzas gubernamentales como por las de oposición, lo que está causando "un sufrimiento inconmensurable" a un cuarto de millón de personas.
En su informe, AI pide que todos los sospechosos de crímenes de guerra o contra la humanidad en el país árabe sean llevados ante la justicia y denunciados ante la Corte penal internacional de La Haya.