EFE
Al menos 2.200 familias de Alepo han regresado a sus hogares desde el alto el fuego iniciado el pasado viernes entre el Gobierno sirio y los rebeldes, según cifras de la ONU, que pidió hoy ayuda inmediata para la reconstrucción de "una ciudad totalmente destruida".
"Puedo confirmar que al distrito de Hanano han vuelto unas 2.200 familias, pero también en otros vecindarios está empezando a volver gente", afirmó hoy en una rueda de prensa telefónica el coordinador residente de la ONU en Alepo, Sajjad Malik.
El representante de las Naciones Unidas, que en los últimos días ha estado presente en Alepo, explicó asimismo que el número de personas que regresan a la ciudad crece de manera constante y concretó que "en unos pocos días se ha visto un cambio importante" en la zona.
"La gente ya está limpiando los escombros de sus hogares y también están abriendo algunas de las tiendas mientras siguen trabajando en su reconstrucción", comentó Malik, que destacó el optimismo de los ciudadanos de Alepo frente al frágil alto el fuego.
"Los niños salen a jugar entre los escombros. Hay una sensación de entusiasmo y esperanza", agregó.
Sin embargo, el coordinador residente de la ONU en Alepo también quiso destacar la "destrucción total" de la ciudad y la necesidad de una intervención humanitaria urgente para que los ciudadanos, y en concreto los menores, puedan volver a la normalidad lo antes posible.
"La destrucción está a un nivel que es difícil de imaginar", afirmó Malik, que señaló que los colegios, hospitales, clínicas, carreteras y complejos residenciales han sido destruidos en prácticamente todos los vecindarios de la zona este de Alepo.
Por ello, la ONU llamó a la comunidad internacional a apoyar sus esfuerzos de reconstrucción de la ciudad y atención a los afectados.
"Vamos a necesitar muchos más medios. La reconstrucción va a llevar mucho tiempo y muchos más recursos de los que tenemos ahora mismo", explicó Malik, que destacó la importancia de que los menores puedan continuar con su educación después de más de 5 años de conflicto.
Un total de 106 empleados de distintas agencias de la ONU están actualmente presentes en Alepo, entre ellas Unicef, el Programa Mundial de Alimentos (PMA), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Malik apuntó que la ONU ha logrado que 1,1 millones de personas tengan acceso a agua potable, ha vacunado de polio a 10.000 niños y distribuido dos comidas diarias a más de 20.000 personas, además de entregar artículos de higiene básica a 24.000 familias.
Según las últimas cifras de las Naciones Unidas, desde que se iniciara el conflicto de Siria en 2011 el número de ciudadanos de Alepo ha descendido desde los 4 millones a 1,5 en la actualidad, aunque aclara que son números que cambian constantemente.
De acuerdo con los datos difundidos el pasado 31 de diciembre por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, más de 60.000 personas perdieron la vida en 2016 en Siria, 13.617 de ellas civiles y 8.130 combatientes de la oposición armada, además de yihadistas, miembros del Ejército y efectivos de milicias progubernamentales.
Desde 2011, más de 300.000 personas han muerto, entre ellas 90.000 civiles, y al menos 2 millones han resultado heridas por el conflicto en Siria, que además ha obligado a unos 12 millones a abandonar sus hogares.
2017-01-04