La Organización Al Qaeda en la Península Arábiga (AQMI) ha advertido a los chiíes del Yemen de que castigará sus crímenes contra los suníes, que sufren un asedio en el norte del país que comparó con el cerco israelí a la franja palestina de Gaza.
"Vuestras heridas son nuestras heridas, vuestra tragedia es nuestra tragedia, y vuestro enemigo es nuestro enemigo. Confiad en que la victoria está cerca y en que no os abandonaremos", ha dicho a los salafistas uno de los dirigentes de AQMI, Harez bin Gazi al Nazari.
En un vídeo difundido en las últimas horas, Al Nazari también amenazó a los rebeldes chiíes o hutíes, que mantienen una ofensiva contra la aldea salafista de Damaj desde finales de octubre, con que sus "crímenes contra los suníes no quedarán sin castigo".
Al Nazari condenó por otro lado el "silencio deliberado y vergonzoso mostrado por el Gobierno traidor yemení" frente al ataque a Damaj, donde según los salafistas han muerto más de un centenar de personas pese a los anuncios de alto fuego.
Damaj es sede del centro de estudios salafista Dar el Hadiz y está situada en la provincia septentrional de Saada, controlada por los hutíes desde 2010.
El movimiento hutí denuncia que hay combatientes extranjeros que luchan en las filas de los salafistas, mientras que estos aseguran que se trata de estudiantes de Dar el Hadiz, a la que acuden integristas de todo el mundo.
"El ataque a la localidad de Damaj muestra el grado de crímenes que perpetra el grupo radical chií de los hutíes, ya que ahí se matan a musulmanes inocentes, y se asedia a niños y mujeres, con un cerco similar al de Gaza y al de la ciudad siria de Homs", subrayó.
El dirigente de AQMI señaló que el Gobierno yemení "ha vendido su pueblo para matarlo a corto y largo plazo" y es cómplice con los cristianos, mediante aviones estadounidenses, de "matar a los suníes y cometer masacres terribles".
Damaj ya fue blanco en noviembre de 2011 de una ofensiva similar del movimiento hutí, que se hizo con el control de Saada en 2010 después de más de cinco años de enfrentamientos con las tropas yemeníes. EFE