2001.com.ve | EFE
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, declaró este viernes que asume el "desafío" de limpiar de corrupción a la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) para devolverle la viabilidad financiera.
López Obrador encabezó la presentación de un paquete de medidas extraordinarias de apoyo a la empresa que, sumadas al ahorro esperado por el combate al robo de combustible, representan un beneficio previsto de 107.000 millones de pesos (5.555 millones de dólares) este año.
Durante su habitual conferencia de prensa matutina, el mandatario cedió la palabra al director de Finanzas de Pemex, Alberto Velázquez, quien explicó que la primera medida de apoyo es la capitalización de la empresa, contemplada en el presupuesto federal de este año, por 25.000 millones de pesos (1.298 millones de dólares).
La segunda deriva de un pago adelantado que la Secretaría de Hacienda está realizando a Pemex de pagarés de apoyo por 35.000 millones de pesos (1.818 millones de dólares) que el Gobierno federal previamente suscribió para la mejora del pasivo laboral de la empresa.
"La siguiente, y este es el anuncio más relevante para nosotros: El Gobierno federal incrementa el monto del incentivo fiscal para Pemex a través de una mayor deducibilidad en el entero de los impuestos. Este incentivo fiscal va a representar para nosotros una disminución de la carga fiscal de por lo menos 15.000 millones de pesos (778,8 millones de dólares)", expuso Velázquez.
El funcionario precisó que este incentivo será acumulativo durante el sexenio, de tal forma que para 2020 llegará a 30.000 millones de pesos (1.558 millones de dólares), y así sucesivamente.
Adicionalmente, como resultado del combate al robo de combustible emprendido por el actual Gobierno, se espera un beneficio de 32.000 millones de pesos (1.661 millones de dólares) "por la recuperación de ingresos", dijo.
El presidente dijo que esta serie de medidas reflejan la decisión de su Gobierno de "fortalecer a Pemex como empresa estratégica de la nación" ante la precaria situación que vive desde hace años por una disminución de la producción de hidrocarburos, el envejecimiento de su infraestructura y fuertes recortes de presupuesto que llevaron a menores prospecciones y a recortes en su plantilla.
"Estoy convencido que el principal problema de Pemex, lo que llevó a Pemex a estos extremos de debilitamiento, fue la corrupción. Si acabamos con la corrupción Pemex va a renacer, y esto se aplica para el país", dijo López Obrador este viernes.
"Los tecnócratas que apostaron a la privatización, que son corresponsables de la quiebra, del fracaso de Pemex, están ahora en una postura, para decirlo suavemente, de escepticismo, de que no se va a poder, que va a ser imposible rescatar a Pemex. Yo acepto el desafío. Vamos a sacar adelante a Pemex y va a ser una empresa productiva", aseveró.
Durante el mandato de Enrique Peña Nieto (2012-2018) se quisieron enfrentar los problemas de la empresa con planes de austeridad y recortes de personal mientras se potenciaba la reforma energética, que abrió el sector energético a la iniciativa privada tras casi ocho décadas de monopolio estatal.
Sobre la empresa también pesan fuertes acusaciones de corrupción, por ejemplo en contra del que fuera director general entre 2012 y 2016, Emilio Lozoya, por su supuesta vinculación en el caso Odebrecht.
La lucha contra la corrupción en Pemex emprendida por el nuevo Gobierno, que entró en funciones el pasado 1 de diciembre, ya ha dado sus primeros frutos, como la acusación de la Fiscalía General, anunciada el 8 de febrero, contra un exempleado de la empresa que presuntamente permitió el saqueo de hidrocarburos.
2019-02-15
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