AP
Amnistía Internacional dijo este martes 27 de junio que se ha sumado al "boicot" de nuevas regulaciones que ordenan que las organizaciones cívicas que operen en Hungría sean financiadas con fondos extranjeros que se registren con el gobierno.
De acuerdo con el gobierno, la ley que entró en vigor el martes es para "mayor transparencia", pero sus críticos lo ven como un esfuerzo para sofocar la disidencia.
"Amnistía Internacional tiene toda la intención de llevar a la corte a la nueva y represiva ley húngara para Organizaciones No Gubernamentales (ONG)… y no tiene intenciones de acatar la ley hasta que todas estas posibilidades han sido agotadas", dijo la directora de Amnistía Internacional Hungría, Julia Ivan.
Organizaciones civiles que reciben más de unos 26.200 dólares al año de fuentes extranjeras tienen que registrarse con las cortes dentro de 15 días e incluir en la mayoría de sus publicaciones impresas y en línea que reciben fondos del extranjero.
La ley aprobada este mes refleja el conflicto entre el primer ministro Viktor Orban y el financista húngaroamericano George Soros, cuyo concepto idóneo de "sociedad abierta" se contrapone al deseo de Orban de convertir a Hungría en un "país antiliberal".
Las Fundaciones Sociedad Abierta, de Soros, apoyan a algunas de las ONG por la ley, como el Comité Húngaro Helsinki, que aboga por derechos humanos, y Transparencia Internacional, que monitorea la corrupción.
El gobierno ve estas organizaciones como "agentes extranjeros" que trabajan contra los intereses húngaros, especialmente al apoyar los derechos de los solicitantes de asilo. Hungría ha impuesto medidas estrictas para mantener a migrantes fuera del país.
Orban reiteró el martes su crítica hacia Soros, describiendo al magnate y filántropo como "un especulador que opera una amplia red mafiosa que pone en peligro la paz y el futuro de Europa".
2017-06-27