EFE
Johnny Araya Monge, quien fue alcalde de San José por poco más de dos décadas, deberá enfrentar una segunda ronda para aspirar a la Presidencia de Costa Rica con el Partido Liberación Nacional (PLN), una agrupación que ha sido criticada duramente tras dos gobiernos consecutivos.
Araya aseguró que ganaría en una primera ronda con más del 40% de los votos, mínimo necesario, pero no logró acercarse a ese porcentaje en las elecciones de este domingo en Costa Rica y deberá medirse a Luis Guillermo Solís, del centro izquierdista Partido Acción Ciudadana (PAC), que además venció en la primera vuelta.
"Ya jugamos el partido de ida y ahora viene el partido de vuelta, y ahí van a medir el temple, el talante del Partido Liberación Nacional", declaró Araya ante un grupo de seguidores en un hotel de San José, tras conocer los resultados preliminares de los comicios de este domingo.
Procedente de una familia de políticos del PLN, Araya ha cargado en la campaña política con el peso que significa pretender un tercer mandato consecutivo para su grupo tras los gobiernos de Óscar Arias (2006-2010) y Laura Chinchilla (2010-2014), este último el más impopular de la historia reciente del país.
El candidato, de 55 años, ha sido criticado por los restantes aspirantes debido a que representa a un partido "de los mismos de siempre" y en cuyos gobiernos se han registrado actos de corrupción de algunos funcionarios.
Como alcalde de San José, llevó adelante proyectos como la creación de avenidas peatonales y festivales y muestras artísticas, el embellecimiento de parques, la distribución eléctrica subterránea y el fortalecimiento de la Policía Municipal.
Sin embargo, fue señalado por no solucionar problemas como la basura en las calles, la aglomeración del tráfico y los vendedores ambulantes.
Araya trató de desvincularse de la gestión de la presidenta Chinchilla y ha criticado muchas de sus decisiones y proyectos, lo que para los analistas políticos fue un error.
Este aspirante presidencial ha prometido devolver al partido las "raíces socialdemócratas" de su fundación y tratado de corregir su campaña resaltando los logros sociales y económicos alcanzados por los gobiernos del PLN.
Tras conocer los resultados de las elecciones de este domingo 2 de febrero, Araya gritó en varias ocasiones "fuerza Liberación" y calificó su propuesta de Gobierno como el "camino seguro y responsable" para el país.
Entre sus principales promesas, se encuentra la erradicación de la pobreza extrema, que afecta a cerca del 6 % de la población del país.
Para ello, ha propuesto un programa de vivienda y entregar cerca de 40 dólares mensuales a cada persona en situación de pobreza extrema para que pueda costearse tres comidas diarias.
El candidato oficialista se ha quejado de que en el país existe una "ingobernabilidad" que ha creado un "Estado lento, inútil y trabado", y culpó a esta situación de la "pérdida de legitimidad del Estado".
Araya, quien es uno de los pocos candidatos que se ha mostrado de acuerdo en impulsar una reforma tributaria, se casó el año pasado, por cuarta vez, con la odontóloga Sandra León.
El aspirante presidencial, sobrino del exmandatario de Costa Rica Luis Alberto Monge (1982-1986), es padre de dos hijas, María Gabriela y Gloriana, y de un hijo, Sergio, todos mayores de edad.
Las encuestas le ubicaban como el candidato con más posibilidades de ganar las elecciones del próximo 2 de febrero, pero estaba lejos de alcanzar el 40 % de apoyo necesario para evitar una segunda vuelta, como finalmente sucedió.
Ahora, el exalcalde deberá rearmar su estrategia para derrotar a Luis Guillermo Solís en la segunda vuelta y tratar de cumplir su sueño de llegar a la presidencia de este país centroamericano.