El fiscal hondureño Orlan Chávez, miembro de la Unidad de Lavado de Activos de la Fiscalía de Lucha contra el Crimen Organizado, fue asesinado hoy a tiros en Tegucigalpa por unos desconocidos, informaron familiares suyos.
"Traía la esperanza de que estuviera vivo", dijo a un canal de la televisión local una hermana del fallecido luego de que en el estatal Hospital Escuela le confirmasen que Chávez estaba muerto.
Agregó que su hermano, quien además era docente en la facultad de leyes de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), llevaba unos 20 años trabajando en el Ministerio Público.
El fallecido deja esposa y tres hijos, según el escueto informe dado por sus familiares.
El vehículo de doble cabina en el que circulaba el fiscal quedó en el centro de una calle que conduce al Estadio Nacional de Tegucigalpa.
Una fuente del Ministerio Público dijo a los periodistas que Orlan Chávez fue uno de los profesionales que elaboraron la Ley de Lavado de Activos y resaltó sus "altos méritos" como fiscal.
Chávez es el tercer fiscal asesinado en Honduras en menos de dos años.
Su asesinato se cometió dos días después de que el Parlamento de Honduras creara una Comisión Interventora del Ministerio Público para mejorar el funcionamiento de ese organismo.
Según el fiscal general del Estado, Luis Alberto Rubí, del total de denuncias de delitos que recibe el Ministerio Público, solamente puede atender el 20 por ciento debido a varias causas, entre ellas la falta de recursos de diversa índole.
Honduras vive una ola de violencia criminal que a diario deja una media de 20 muertes.
La violencia no cesa, pese a que la seguridad es una de las dos promesas que hizo a sus compatriotas el presidente hondureño, Porfirio Lobo, al asumir su cargo el 27 de enero de 2010, para un mandato de cuatro años.
La otra promesa fue trabajo, que tampoco ha podido cumplir su gobierno. EFE