EFE
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, respondió hoy al primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, y consideró "indignante" que se refiriese a quienes se oponen a la expansión de los asentamientos en los territorios ocupados como defensores de una limpieza étnica.
Ban, en un discurso ante el Consejo de Seguridad, se declaró "preocupado" por esas palabras de Netanyahu, pronunciadas recientemente en respuesta a críticas de Naciones Unidas a sus políticas.
Netanyahu defendió entonces que la presencia de israelíes en Jerusalén y Cisjordania no es ningún obstáculo para la paz y acusó a la ONU de respaldar la petición palestina "de que el futuro estado palestino esté étnicamente limpio de judíos".
"Esto es inaceptable e indignante", dijo hoy Ban, que reiteró una vez más su mensaje sobre las colonias israelíes.
"Dejen que sea absolutamente claro: los asentamientos son ilegales bajo la ley internacional. La ocupación, asfixiante y opresiva, debe terminar", subrayó.
Ban recordó que toda la comunidad internacional, incluido el Consejo de Seguridad y el Cuarteto para la paz en Oriente Medio, considera "universalmente la expansión de los asentamientos como un obstáculo para la paz".
En los últimos meses, el jefe de Naciones Unidas ha reiterado una y otra vez sus críticas a esta política israelí, lo que ha elevado la tensión entre las autoridades del país y la organización.
Hoy, Ban alertó de los nuevos planes impulsados en las últimas dos semanas por Israel para construir 463 viviendas más en cuatro colonias en la Cisjordania ocupada y apuntó que el segundo trimestre de 2016 ha visto cómo se iniciaban más obras que en ningún otro durante los tres últimos años.
"Esta política que dura décadas y que ha establecido a más de 500.000 israelíes en territorio palestino es diametralmente opuesta a la creación de un Estado palestino", insistió.
En su polémico mensaje, Netanyahu defendía los asentamientos judíos en Jerusalén y Cisjordania y rechazaba frontalmente las críticas de la ONU.
"Los judíos han estado en Jerusalén, Judea y Samaria (nombre bíblico para designar Cisjordania) durante miles de años y su presencia no es un obstáculo para la paz", aseveró entonces.
"Los obstáculos son los inacabables intentos de negar la conexión del pueblo judío con partes de su tierra histórica y el rechazo obstinado a reconocer que no son extranjeros allí", dijo.
Además, calificó de "indignante" lo que él considera la petición palestina "de que el futuro estado palestino esté étnicamente limpio de judíos", solicitando a la ONU a condenarla "en lugar de adoptarla".