2001.com.ve|Con información de AP
El gobernador de California, Jerry Brown, promulgó este jueves 5 de octubre una ley sobre las "ciudades santuario" que amplía las protecciones para los inmigrantes que se encuentran ilegalmente en Estados Unidos, dando al estado más poblado de la nación otro recurso para resistir la ofensiva del gobierno de Donald Trump contra la inmigración ilegal.
De acuerdo con la ley que entra en vigor el 1 de enero, la policía local no podrá preguntar a las personas sobre su estatus migratorio ni podrá participar en actividades en las que se apliquen leyes migratorias.
Los funcionarios carcelarios sólo podrán entregar prisioneros a las autoridades federales de inmigración si es que los presos han sido declarados culpables de ciertos delitos.
En California viven unos 2,3 millones de inmigrantes sin autorización legal.
"Estos son tiempos inciertos para los californianos indocumentados y sus familias. Esta ley ofrece un equilibrio que protegerá la seguridad pública, a la vez que brinda un poco de alivio a esas familias que ahora viven con temor todos los días", dijo Brown en un comunicado.
Se trató de una de varias propuestas enfocadas en inmigración que Brown promulgó el jueves, que además era el último día para que ciertos jóvenes inmigrantes renueven sus permisos de trabajo conforme al programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, el cual los protege de la deportación. Trump tiene intenciones de cancelar el programa si el Congreso no hace una ley al respecto.
El gobierno de Trump dijo que la ley sobre las ciudades santuario hará a California más peligroso.
El estado "ahora ha creado leyes para comprometerse a devolver a los extranjeros criminales a las calles, lo que socava al orden público, la seguridad nacional y la aplicación de las leyes", dijo en un comunicado Devin O’Malley, portavoz del Departamento de Justicia.
La medida fue en respuesta a temores generalizados entre inmigrantes que comenzaron luego de que Trump resultó electo. El presidente arremetió contra los inmigrantes en su campaña y prometió fomentar fuertemente la deportación de inmigrantes sin autorización.
Los demócratas esperan que limitar la cooperación de los policías locales restrinja el alcance de los agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE por sus siglas en inglés).
La ley "pondrá un gran tapón a la maquinaria de deportación perversa e inhumana de Trump", dijo el líder de la bancada demócrata del Senado, Kevin de León, durante la conferencia de prensa en la ceremonia de firma en Los Ángeles.
La medida presentada por De León fue aprobada por la Legislatura solo con votos demócratas. Los republicanos dijeron que la nueva ley protegería a delincuentes y que dificultaría la tarea de los agentes del orden para mantener la seguridad de las personas.
Inicialmente, la propuesta hubiera restringido bastante la autoridad de los policías para cooperar con las autoridades federales de inmigración, pero, a insistencia de Brown, fue enmendado para permitir cooperación en las cárceles.
Los policías y agentes del sheriff, incluyendo los que trabajan en las cárceles, podrán seguir colaborando con las autoridades federales de inmigración si es que una persona ha sido declarada culpable de uno de unos 800 delitos, principalmente delitos graves y delitos menores que pueden ser procesados como delitos graves, pero no podrán entregar inmigrantes a las autoridades federales si es que solo tienen delitos menores en su historial delictivo.
Los cambios convencieron a la asociación de jefes de policías de California para que dejaran de oponerse a la medida, aunque los alguaciles –funcionarios electos encargados de las cárceles– siguen oponiéndose. El director interino del ICE Thomas Homan ha condenado la medida, diciendo que California está dando prioridad a la política por encima de la seguridad pública.
Dirigentes demócratas de California han confrontado a Trump y su gobierno a través de demandas, propuestas e intensos pronunciamientos públicos, especialmente sobre inmigración y el medio ambiente.
Entre otras cosas, las otras iniciativas promulgadas por Brown limitarán el acceso de las autoridades federales de inmigración a escuelas y centros laborales sin órdenes judiciales; prohibirán que los arrendatarios reporten a sus inquilinos al ICE; y dejarán de permitir que los gobiernos locales contraten a empresas con ánimo de lucro y al ICE para retener a inmigrantes.
Algunos funcionarios del orden dicen que el efecto de la medida referente a la condición de santuario probablemente será mínimo porque prohíbe actividades en las que pocas agencias participan.
Activistas defensores de los derechos de los inmigrantes dicen que es importante hacer leyes sobre restricciones, a la vez que se crean nuevas regulaciones. Para ellos, es una victoria rara durante la presidencia de Trump.
La medida fue conocida como propuesta estatal santuario porque trataba de ampliar las llamadas políticas municipales santuario que durante mucho tiempo han estado vigentes en algunas de las ciudades más grandes de California, como Los Ángeles y San Francisco.
Brown, sin embargo, no ha estado de acuerdo con tal etiqueta. Al promulgar la ley, resaltó que la medida no prohíbe que el ICE opere en California.
"Ellos son libres de usar sus propios vastos recursos para aplicar las leyes federales de inmigración en California", dijo el gobernador.
De León lo vio de una manera algo diferente.
"No evitará que el ICE merodee nuestras calles", dijo.
2017-10-05