El primer ministro británico, David Cameron, calificó oficialmente de "suicidio" la muerte de la enfermera que fue víctima de una broma telefónica en la clínica donde fue tratada la duquesa de Cambridge, Catalina, y habló de una "absoluta tragedia".
El cadáver de la mujer de 46 años iba a ser sometido este martes a una autopsia, informó la policía, mientras en el transcurso de la semana se espera la creación de una comisión de investigación que determine las causas exactas de lo ocurrido, aunque no se sabe aún cuándo presentaría sus primeras conclusiones.
La enfermera de origen indio descolgó el teléfono y respondió la llamada de broma de una radio australiana en la que los presentadores se hacían pasar por la reina de Inglaterra Isabel II y el príncipe Carlos y preguntaban por la salud de la duquesa de Cambridge, internada en el hospital por molestias del embarazo.
En tanto, la emisora radial creará un fondo con todos los ingresos publicitarios que se obtengan hasta fin de año para ofrecérselo al marido y los dos hijos adolescentes de la mujer, según reveló hoy la casa matriz de la cadena, Southern Cross.
Se estima que el fondo será de alrededor de 400.000 euros (unos 520.000 dólares). El hospital Edward VII en el que trabajaba creó un fondo de ayuda para la familia y realizó el primer donativo.
La familia de la madre de dos hijos visitó en la noche del lunes la residencia de enfermeras en el centro de Londres donde la mujer fue hallada muerta. Esta semana se celebrará también una misa en su honor.